Conrad Blanch: "Hasta hace poco Andorra tenía fama de ser un destino de nieve para principiantes"

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Conrad Blanch, Director general del Comité Organizador Finales Copa de Europa 2018 y Finales Copa del Mundo 2019 (Foto: Joan Solé).

Tue, 20/03/2018 - 11:06
Conrad Blanch, director general de ENSISA hasta junio de 2017, es actualmente el director general del Comité Organizador Finales Copa de Europa 2018 y Finales Copa del Mundo 2019
La semana pasada tuvimos la oportunidad de entrevistar a Conrad Blanch (Barcelona, 1951), Director general del Comité Organizador Finales Copa de Europa 2018 y Finales Copa del Mundo 2019. Blanch  fue el primer director general de Grandvalira, después de haber firmado el acuerdo en octubre de 2003 para la creación de la citada marca con Francesc Viladomat. Ha sido director general de ENSISA hasta junio de 2017. Así respondió a nuestras preguntas sobre diversos temas de actualidad, entre los cuáles la Plataforma esquiable de Soldeu y las expectativas de futuro de la marca Grandvalira, entre otras cuestiones.
 
 
¿Cómo tenemos las obras de la plataforma en el día de hoy?
¡On Time! Como ya he explicado en alguna ocasión es una obra muy compleja. El lugar donde se está interviniendo es un espacio difícil, no se puede acceder fácilmente, estamos en invierno pero no nos queda otra alternativa que hacerlo y terminarlo según las fechas que nos hemos fijado. Como mínimo debemos tener listo el espacio esquiable para finales de año e intentar tener todas las infraestructuras posibles para las finales de la Copa del Mundo de 2019.
 
Tras 23 años al frente de Ensisa, y un año en frente de la organización de la Copa del Mundo en Grandvalira. ¿Qué le está resultando más estresante?
Hombre, gestionar un centro de esquí tiene su tensión, pero los plazos y la trascendencia en la organización de una Copa del Mundo, y también por la complejidad de la obra en curso, posiblemente me está resultando no por lo extensible en el tiempo pero sí más intensa la dedicación a la Copa del Mundo. En los años de gestión en ENSISA ya las hemos visto de todos colores, y hemos gestionado situaciones complejas en muchos escenarios, pero la gestión de la Copa del Mundo me está resultando un reto muy exigente por lo que supone para el país y para Grandvalira. E insisto, en especial por la complejidad de las obras en curso.
 
Muy exigente nos dice. ¿Quizás un reto similar, comparable a como lo fue su expedición al Everest con la mítica frase “hem fet el cim” (hemos subido al pico)?
Fue una frase que quedó en la historia de la montaña. Siempre digo que "hem fet el cim" cuando uno mismo o un equipo logra el objetivo. En este caso podríamos decirlo así. Si conseguimos acabar las obras y luego obtenemos un buen resultado con las finales de la Copa del Mundo, será un caso para repetir “hem fet el cim”.


Conrad Blanch, mientras estaba siendo entrevistado (Foto: Joan Solé).

¿Cuáles serán los costes y beneficios económicos, para Andorra y Grandvalira, de estas finales de la Copa del Mundo?
Beneficios... En estos años hemos trabajado en un proyecto para abrirnos una ventana al mundo, en el sentido de que un país pequeño como Andorra pueda organizar eventos de una envergadura deportiva como es la Copa del Mundo. Es un poco como la guinda del pastel. Si un país pequeño como Andorra puede hacer lo que está haciendo un país de los Alpes eso nos da una idea de la situación técnica y de capacidad de acogida que tenemos, comparable con cualquier destino alpino. Esto es una visión y proyecto de inversión a largo plazo en el sentido economista y empresarial

La inversión que estamos haciendo, con el volumen con el que lo estamos haciendo, es para tener una semilla de futuro que servirá para el conocimiento del destino. ¿Porque ahora tenemos esquiadores de 22 países diferentes que eligen Andorra para esquiar? Estamos teniendo clientes nuevos, como los mercados nórdicos, y eso se debe a la trayectoria que iniciamos con la primera prueba de la Copa del Mundo. Esto es importantísimo porque hasta no hace tanto Andorra tenía fama de ser un destino de nieve para los que se iniciaban en el esquí.
 
En el momento que nos hemos puesto al máximo nivel con una prueba de la Copa del Mundo eso se ha traducido con un destino en el que podemos encontrar un abanico de diversificación en cuanto a oferta de nieve que es verdaderamente lo que nos permitirá crecer en el mercado del esquí. Para Andorra, para Grandvalira y en este caso más concreto para Soldeu-El Tarter lo vemos como un futuro con posibilidades de crecimiento.
 
Entre profesionales y voluntarios ¿Cuánta gente se necesita para organizar una copa de Europa o una copa del mundo?
En cuanto a voluntarios estamos hablando de unos 300 y de equipo técnico entre 50 y 100 personas más, según necesidades o momentos puntuales de la organización. Todo ello unas 500 personas para la Copa de Europa.
 
Para la Copa del Mundo se necesitarán más, porque habrá más necesidad de acogida y de servicios. Quizás en equipos de pista la cantidad será muy equivalente a lo que hay ahora mismo, pero en servicios complementarios habrá más necesidades. Es decir, en tema pistas las exigencias técnicas, tales como trazado o seguridad, son casi las mismas en una Copa de Europa que en una Copa del Mundo. Otro tema serían los equipos técnicos de televisión. Ahora bien, para la Copa del Mundo, con la conveniencia de que el evento en Andorra se convierta en una verdadera fiesta y que tenga un impacto en el ámbito social, realmente importante, será inevitable contar con más personal implicado en otros complementos de la organización de la Copa.
 
Un objetivo final, aparte de posicionar Andorra como un destino mundial en cuanto a esquí:  ¿También pide ver algún esquiador andorrano con opciones en la Copa del Mundo?
Hombre, sí, este sería el objetivo final en el que también trabaja la Federación Andorrana de Esquí y todos los clubes. Cualquier evento deportivo con categoría internacional, el país en el que se organiza quiere ver deportistas de representación nacional. Este es un trabajo que están haciendo los clubes y la Federación. Pensamos que al menos debería haber uno y una representante en estas finales. Yo creo que es posible, queda poco tiempo, pero bueno, estamos casi tocando esta posibilidad de que lleguen andorranos a las finales, que si fuera posible, sería bueno estar entre los top 25. Esto sería una gran noticia para el país, aunque es difícil, pero se está trabajando. El secreto es trabajo, trabajo y trabajo.
 
Una vez hayamos visto las finales de la Copa de Europa y las Finales de la Copa del Mundo ¿Cuál será el siguiente gran evento que veremos a Grandvalira?
Tenemos ya presentada la candidatura para el 2021 para una Copa del Mundo de gigante y slalom de hombres, para la pista Avet, que también es una de las motivaciones que nos ha llevado a invertir en esta llegada. Realmente, para un gigante de hombres, la pista Avet tal como está ahora pensábamos que era insuficiente. Tenemos buenas perspectivas de que nos sea concedida. Pero como te decía antes, una vez le das una marca a un destino debes procurar mantenerlo. Hay destinos de países de Europa que cada año están en el circuito, y esto es un esfuerzo económico y humano muy grande, por lo que en nuestro caso quizás necesitemos dosificar este esfuerzo en periodos de cada dos-tres-cuatro años. Una vez has alcanzado una marca lo que necesitas para mantenerte en el mercado es recordar que existe con cierta periodicidad. Hacerlo cada año, para nosotros, sería una exigencia demasiado fuerte.
 
¿Cuándo lo sabremos?
Posiblemente en el mes de mayo, en Grecia. Hay dos candidaturas: Bansko y Grandvalira. Tenemos muchas probabilidades.
 
El año 2019, pues, tendremos la paradoja de ver como las finales de la Copa del Mundo se celebran en Grandvalira y también parece que se dará el caso de que la marca se disolverá. ¿Cómo valora esta paradoja?
De momento decir que la temporada 18-19 continuaremos como hasta ahora. Y en el futuro, pensando en nuestros clientes, que es nuestra razón de ser, tal vez encontraremos alguna fórmula que pueda satisfacer esa gran realidad que es el dominio Grandvalira. Entonces, con todos sus atributos y valores, su ámbito "aspiracional", creo que tenemos que ser lo suficientemente inteligentes y prácticos en sentido común para buscar una fórmula que, aunque sea diferente de la que tenemos ahora, pueda mantener un referente del que es hoy Grandvalira.


Conrad Blanch, mientras estaba siendo entrevistado (Foto: Joan Solé).

Esta fórmula será, pues, la solución para resolver la situación actual...
Hombre, me gustaría que fuera así, porque si en su día buscamos ser un referente europeo, pienso que podemos decir que lo hemos logrado y con un grado de notoriedad bastante importante, con un patrimonio importantísimo de clientes que realmente aman el destino. Sería un mal favor para este mercado no encontrar una solución. Ya te digo que no será exactamente como lo que tenemos ahora pero tenemos que buscar la manera de servir a los clientes que nos han dado su confianza estos años y que, por sentido común, en el ámbito empresarial, tenemos que poder encontrar un escenario que nos permita ofrecer un forfait conjunto. Pienso que bajo un paraguas comercial con el nombre de Grandvalira en el que cada sociedad pueda mantener su personalidad, como se ha hecho hasta el día de hoy, pero quizás con una fórmula más diferenciada. Debemos aprovechar el reconocimiento de esta marca internacional conseguida entre todos a pesar de que las dos sociedades actuales sigan en adelante por caminos diferentes.
 

CUESTIONES PERSONSALES

¿Cuando y dónde aprendió a esquiar?
En La Molina, cuando tenía 16 años. Iba con el tren y recuerdo como una gran experiencia el hecho de llegar a la estación de Francia con esquís o la bajada esquiando hasta la estación de tren de La Molina.
 
¿Qué le molesta más para esquiar: el viento o la niebla?
La niebla.
 
De Grandvalira: ¿Cuál es la pista o rincón que más le gusta?
A mi me gusta mucho la zona de El Tarter y como pista, el Plà de las Pedres, bajando por Solanelles hasta el Plà de les Pedres.
 
¿Y entre la pista Avet y el Àguila?
Las dos las quiero mucho. Como yo vivo en El Tarter, cuando me levanto, lo primero que veo es el Águila, y eso hace que ya forme parte de mi vida. Pienso que no son pistas extremadamente difíciles y que tienen un gran atractivo comercial.
 
¿Lo mejor y lo peor de su paso por Soldeu-El Tarter?
Lo mejor fue la emoción que sentí cuando organizamos la Copa del Mundo del 2012. Recordaré ese momento final de celebración con toda la gente que contribuimos a ello, porque fue una experiencia única, difícil, nueva, que nos costó mucho y con un resultado que fue un 10.
 
¿Lo peor?... Posiblemente el incendio en el restaurante del Gall de Bosc, cuando me llamaron a las tres de la madrugada para informarme de que se estaba quemando, o cuando el día de Navidad, hace cuatro años, me llamaron a media comida para avisarme que una chica había fallecido atrapada por una avalancha. En esos 23 años sólo hemos tenido un solo accidente mortal con avalancha, y aquel fue un momento duro, sobre todo cuando piensas que son gente que había venido a pasarlo bien. También recuerdo la visita a un chico en el hospital, ingeniero, que se había quedado inválido. Fue una experiencia durísima saber que toda su vida profesional, laboral, en su casa... tal como la había vivido hasta el momento, se iba a pique.
 
Un mensaje final para nuestros lectores...
Pues decirles que el esquí es un deporte muy completo, en el marco de una naturaleza preciosa ideal para poder compartir y sentir muchas emociones. En la vida compartir es lo mejor y el esquí es una manera de hacerlo.


Conrad Blanch (Foto: Grandvalira).

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