Es una fórmula para incentivar la práctica del esquí entre dos públicos que si tuvieran que pagar como los demás quizás no irían. Entre los más pequeños representa una apuesta para “engancharlos” al esquí y que, en un futuro, se conviertan en usuarios adultos. Entre los más mayores, es una manera de evitar que dejen la práctica deportiva.

 

 

Hace no demasiado tiempo, la gratuidad para personas mayores era a partir de los 65 años (algunas estaciones la mantienen), pero este privilegio puede tener los días contados.

 

 

Desde hace diez años, los adultos mayores han estado más dispuestos a regresar a las pistas de esquí. Es suficiente observar las colas al pie de los remontes por unos momentos para darse cuenta de esto: los jubilados están allí en las pistas.

 

En 2017, un estudio de frecuencia de usuarios de las estaciones, por grupos de edad, elaborado por Atout France ya indicaba un aumento significativo en la presencia de personas de 50 a 59 años y más de 60 en las áreas de esquí.

 

 

Por ahora, en los resorts de todo el mundo ya se aplican precios reducidos por tramos de edad a partir de los 60 años, pero algunas estaciones estadounidenses ya están estudiando la posibilidad de elevar sustancialmente la edad de “oro” para tener el forfait gratuito. 

 

 

Al margen del precio de los forfaits, no siempre es fácil volver a esquiar cuando eres mayor, porque después de varios años de pausa, una serie de preguntas permanecen en la mente de la mayoría de los candidatos que regresan a las pistas.

 

Por ello, el portal Skiinfo ha elaborado una guía sobre aspectos a tener en cuenta antes de volverse a poner los esquís si eres una persona mayor.

 

 

Primero, cuando vayas a buscar en el garaje, desempolvar los equipos obsoletos: los esquís y las botas son viejos, completamente obsoletos, por no decir inutilizables. También es más que probable que tu ropa de esquí no solo "haya sido" sino que también sea víctima de los años y, por lo tanto, esté fuera de servicio.

Hay que comprar ropa nueva, hoy en día existen excelentes ofertas de material que es incluso compatible con otras prácticas deportivas. En cuanto a los esquís y las botas, es mejor alquilar primero para redescubrir las sensaciones del esquí y encontrar los modelos que se adaptan mejor a ti.

 

 

Segundo, no empezar si eres “novato”. En una entrevista a Guy Bellier, cirujano ortopédico en París, elaborado por la revista francesa, éste especifica que: "El esquí alpino no está prohibido para las personas mayores, pero es preferible tener alguna experiencia previa en esta actividad deportiva. No se recomienda comenzar el esquí alpino de 60 a 65 años, por otro lado, volver a hacerlo después de unos años de tregua no presenta ningún riesgo importante, si se respetan ciertas instrucciones. Las personas que sufren de osteoartritis, por ejemplo, pueden beneficiarse de un soporte de rodilla (Ski-Mojo ...). Quienes tienen miedo de despertar su reumatismo pueden tomar analgésicos o antiinflamatorios durante la estancia", dice el cirujano.

 

 

Tercero, se recomienda a las personas mayores que deseen regresar al esquí de pista a que practiquen una actividad física regular como caminar varios km diarios o andar en bicicleta, nadar o jugar al golf.

 

 

Cuarto, una vez que se haya tomado la decisión, elije tu período. Generalmente hay dos opciones disponibles para los mayores. Salir durante las vacaciones escolares: la oportunidad de acompañar a los miembros de tu familia y volver a las pistas junto a los nietos haciendo sus primeros pasos. Avoriaz confirma que "Cada vez más familias compuestas por varias generaciones practican deportes de invierno: niños, padres, abuelos".

 

Otra opción si no planeas esquiar con familia es ir en temporada baja y entre semana. Así será posible hallar las pistas más vacías, los precios reducidos, la disponibilidad total de instructores de esquí y los momentos de relajación en la terraza de altitud, sin el ajetreo y el bullicio de las vacaciones.