Antonio Banderas y Melanie Griffith venden su casa de Aspen y cada uno a esquiar por su lado

Antonio Banderas y Melanie Griffith venden su casa de Aspen y cada uno a esquiar por su lado

Refugio de montaña de aspen de Melanie y Antonio

Mar, 28/07/2015 - 12:18
El sonado divorcio entre Melanie Griffith y Antonio Banderas obliga a la ex-pareja a vender sus pertenencias en común. Después de su mansión en los Angeles, ahora le toca a su refugio de montaña en Aspen, Colorado. La ex-pareja ha sacado al mercado su idílico retiro por un precio de 9.9 millones de dólares
Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar. Así parecen haberlo visto el gran Antonio Banderas y la no menos conocida Melanie Griffith que tras su sonada separación hace apenas un año y que ha acabado en divorcio han decidido, seguramente con todo el dolor de su corazón, poner a la venta su casita en Aspen, la estación de esquí favorita de los famosos.
 
Hace poco tiempo informábamos de que el Cuerpo, es decir Elle McPherson, y su multimillonaro marido, se deshacían de su residencia en una de las zonas más exclusivas del Resort americano y tal parece que el actor malagueño y la actriz norteamericana han decidido hacer lo propio, así que ya será raro verlos a partir de ahora por allí esquiando juntos. 
 
 
En esta estación de esquí de las montañas de Colorado (USA) están acostumbrados a que tras los sonados divorcios de las estrellas de Hollywood, se pongan a la venta los inmuebles, más bien mansiones, que las parejas de cine poseen, para alegría de los agentes inmobiliarios que ávidos de nuevas víctimas, quiero decir clientes, leen a diario la prensa del corazón a ver cuál será la próxima.
 
Muchas famosas estrellas de hollywood eligen Aspen para unas esquiadas de cine
 
La pareja ya vendió recientemente su casa en el residencial barrio de Hancock Park en los Angeles por la nada despreciable suma de 16 millones de dólares. Si a ellos sumamos los casi diez que piden por las más de 12 hectáreas de bosque en las que se sitúan la casa principal, otra para huéspedes y una cabaña rústica de madera que viste mucho en aquellos lares, podemos imaginar cómo de felices estarán, a pesar de lo triste de las separaciones, cuando echen cuentas y se repartan la pasta. Nos referimos claro a la que quede después de que agentes inmobiliarios, notarios y abogados hayan hecho caja, sin olvidar la parte que acabará en las arcas del estado. 
 
 
De la casa qué os podemos decir que no os podáis imaginar. una cosa normalita, como todo por allí. Pisos varios, pedazo salón con chimenea de esas en las que cabes de pie, enormes habitaciones (7) y baños por doquier (otros tantos), cocinas de esas que ya quisieran los "masterchefs" y por supuesto, tratándose de nuestro Antonio, una bodeguilla a la que no falta un rincón para hacerle los honores a un buen vino con su correspondiente tapita de jamón. Patios, terrazas, jacuzzis y demás menudencias completan la decoración de este encantador refugio de montaña que tiene además, porqué no me extraña, una pista de esquí privada
 
Pocos no son al parecer los ratos que ha pasado la ex-pareja en Aspen y que ahora abandonan por la fuerza del destino, se les acabó el amor, aunque los recuerdos de los días pasados allí en compañía de familiares y amigos, muchos de los cuales imaginamos que serían grandes magnates del cine y glamurosas estrellas de la gran pantalla, quedarán encerrados entre las cuatro paredes de la villa que desde ahora está al alcance de quien la quiera. Y que la pueda pagar, claro.
 
Mecachis, mira que pillarme sin cash... 
 
 
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