El Tour estrenará una etapa revolucionaria con final explosivo en el Col de Portet de Saint Lary

El Tour estrenará una etapa revolucionaria con final explosivo en el Col de Portet de Saint Lary

Como en la Fórmula 1 o en motociclismo, los ciclistas saldrán en parrilla. (Foto: Facebook Tour de France)

Vie, 08/06/2018 - 07:08
Si el año pasado la ronda francesa sorprendió con los espectaculares puertos del Macizo del Jura, en 2018 nos descubre una nueva cima en los Alpes y otra en los Pirineos.
El 25 de Julio, mientras en Rusia se celebre la final del Mundial de Fútbol, el Tour de Francia vivirá su particular revolución con la etapa más corta de los últimos 30 años y la más explosiva. Apenas 65 kilómetros de recorrido sin un sólo respiro, con ascensos a Peyragudes, Val Louron y “el nuevo Tourmalet”, como se ha bautizado a la final inédita en el Col de Portet, en Saint Lary.
 
 
Con sus 2.215 metros de altura será la cima del Tour, una nueva joya que se sumará a la ya larga colección de mitos y leyendas. Para ello, la carretera que lleva hasta la cima se ha asfaltado en su totalidad.
 
Aquel miércoles, es la fecha la tienen marcada todos los aspirantes a la corona del Tour 2018, porque tan sólo a falta de cuatro días de París, los organizadores de la ronda francesa han dado una vuelta más a la tuerca y se han sacado de la chistera una etapa pirenaica donde sólo valdrá arrancar y escalar. 
En Bagnères de Luchon, cerca de la frontera con Val d'Aran, el miércoles 25 de julio empezará una etapa insólita
 
Será la etapa decimoséptima y saldrá de Bagneres de Luchon. En el kilómetro 13,5 se coronará Peyresourde, se seguirá subiendo un poco más y en kilómetro 15 se coronará el Monte de Peyragudes. En total 14,9 kilómetros con un desnivel medio del 6,7 por ciento. A continuación, descenso y enseguida comienza la ascensión de 7,4 kilómetros a Val Louron, que se corona en el 37 con un desnivel medio del 8,3%.
 
Y para el final el plato fuerte, el Col de Portet. Un puerto tremendo de 16 kilómetros al 8,7 por ciento de media. Muy uniforme, de subida continua, que dejará muy pocos momentos para descansar a los ciclistas, y con un último kilómetro al 10,2 por ciento. 
 
 
Y para poder mantener todo el atractivo de la apuesta, los corredores se situarán en la línea de salida en parrilla, como en la Fórmula 1. Una luz verde será el aviso de salida, con los corredores escalonados según la clasificación de aquel día. El maillot amarillo en primera posición, los diez primeros uno tras otro y más allá el resto, repartidos en grupos de 40 unidades, siempre siguiendo el orden de la general.
 
El final: El alto del Portet, presentado como “el nuevo Tourmalet”, se escalará por primera vez
Si el año pasado el Tour sorprendió con los espectaculares puertos del Macizo del Jura, este año nos descubre una nueva cima en los Alpes y otra en los Pirineos, que serán final de etapa de los dos recorridos en línea más cortos de esta edición: la Rosière y el Col de Portet.
 
Por si no tuvieran bastante, dos días después, los corredores deberán subir al auténtico Tourmalet.
 
 
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