Lujo en el telecabina alpino más alto del mundo: 240 francos para ir y volver Zermatt-Cervinia

Lujo en el telecabina alpino más alto del mundo: 240 francos para ir y volver Zermatt-Cervinia

Cabinas diseñadas por Pininfarina, asientos de cuero con calefacción y ventanas panorámicas para no perderse ni un detalle del impactante paisaje.

Sat, 15/07/2023 - 16:29
Con el elevado precio de 240 francos por un billete de ida y vuelta Zermatt-Cervinia, el viaje no está dirigido, desde luego, al turismo de masas.
A pesar de ser ciudades vecinas, el acceso a través de los Alpes entre Zermatt, en Suiza, y Breuil-Cervinia, en el Valle de Aosta italiano, ha sido históricamente complicado por el relieve montañoso. Hasta hace quince días.
 
Desde el pasado 1 de julio, los turistas pueden viajar desde la localidad suiza de Zermatt hasta el Klein Matterhorn, a 3.883 m de altitud, y de ahí a Cervinia, en la vertiente italiana del Cervino, simplemente cambiando de cabina. Y viceversa, sin necesidad de tocar siquiera el suelo.
 
 
Matterhorn Glacier Ride II, el último tramo del ambicioso proyecto para conectar los paraísos del esquí de Suiza e Italia durante todo el año, ha puesto el punto y final a 80 años de ingeniería en los que los implicados en el proyecto no han hecho más que superarse, al convertirse en el funicular alpino que opera a más altura, desde la estación Matterhorn Glacier Paradise, a 3.882 metros, hasta la de Testa Grigia, a 3.480.
 
Los primeros esfuerzos por conectar ambos puntos comenzaron en 1939, con el primer funicular entre Plateau Rosa y Plan Maison.
 
A lo largo de las décadas se han construido más y más vías que permitieran a los entusiastas del esquí disfrutar de las posibilidades de ambas poblaciones, y por fin se cierra la última brecha gracias al nuevo tramo de Matterhorn Alpine Crossing.
 
 
Las cabinas del nuevo Matterhorn Glacier Ride viajan durante 1,6 km en tan sólo 4 minutos por encima del glaciar Théodule, flotando en el cielo. No ha sido necesario ningún pilar para salvar el desnivel de 363 metros.
 
La estación en la cima del Matterhorn está unida a los lados suizo e italiano por dos instalaciones autónomas y un pequeño medio ferroviario que permite el intercambio de cabinas entre los dos sistemas de cable.
 
Con el elevado precio de 240 francos por un billete de ida y vuelta Zermatt-Cervinia, el viaje no está dirigido, desde luego, al turismo de masas.
 
Pero 156 francos por un trayecto solo de ida para un viaje de hora y media, no es un precio disuasorio: "Hemos hecho algunos cálculos. Está dentro de lo que pretende Zermatt: entre 100 y 150 personas al día sería lo ideal.
 
En temporada alta, los remontes de Zermatt transportan entre 8.000 y 9.000 pasajeros al día, por lo que un centenar de personas más no desequilibrará la balanza", afirma Markus Hasler, director de los teleféricos de Zermatt (Zermatt Bergbahnen o ZBAG).
 
 
Pero este telecabina no es solo práctico, también pretende ser una experiencia inolvidable. Para ello han añadido toques únicos: cabinas diseñadas por Pininfarina, asientos de cuero con calefacción y ventanas panorámicas para no perderse ni un detalle del impactante paisaje.
 
Además, para aquellos que quieran un extra de lujo, las cabinas Crystal Ride entre Testa Grigia y Klein Matterhorn brindan la posibilidad de, además, hacer el trayecto rodeado del resplandor de los cristales Swarovski y con un suelo de cristal desde el que ver todo el valle a sus pies.
 
Es aquí donde, si las condiciones de la nieve lo permiten, se celebrará en noviembre la carrera de descenso más larga del mundo, a través de la frontera suizo-italiana: 5 km de longitud y 1.000 m de desnivel, desde el Petit-Cervin hasta el lago Cime Bianchi.
 
Un récord absoluto tanto por la longitud como por la duración de la carrera.
 
Más info:
 
 

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