Todas las claves del Esquí de Primavera

Todas las claves del Esquí de Primavera

Todas las claves del Esquí de Primavera

Mon, 26/05/2014 - 19:48
¿Se ha terminado la temporada cuando llega el buen tiempo? ¿Qué ventajas e inconvenientes tiene?, ¿Merece la pena? Te propongo algunas claves
Claves de la nieve primavera
 
Como por algún lado tengo que empezar, lo haré hablando de cuándo consideramos que comienza la temporada primaveral en una estación de esquí.
 
Ahí ya no nos ponemos de acuerdo, pues influyen varias cosas a mi entender. Me explico, al no estar unas y otras en las mismas latitudes, obviamente, las que están en el centro o sur de la península, tienen otras características diferentes a las situadas al norte, por ejemplo el Pirineo. Influyen otros factores: meteorológicos (temperatura, humedad, viento), medioambientales (microclimas), geográficos (altitud y vertientes hacia las que están orientadas las montañas), etc.
 
Hablaré por tanto sin profundizar en detalles ni estableciendo ningún tipo de dogma, sino generalizando, para que cualquier esquiador intermedio me pueda entender y sin más pretensiones que la de opinar sobre un tema que considero interesante y abrir un debate sobre: Cuándo empieza la temporada de primavera


Diferentes capas de nieve acumulada a 28 de marzo de 2014 en Grandvalira

Si tenemos en cuenta que el mes por excelencia para esquiar es febrero, temporada altísima y de mucha afluencia y trabajo (afortunadamente), buena calidad de la nieve, etc. pero también de precios más caros, mayor masificación y demás (a pesar de eso, siempre me apunto) y que a finales de este mes y principios de el de marzo, el invierno empieza a dar paso a la primavera, no por su correspondencia con la época (el invierno dará aun unos cuantos coletazos antes de irse definitivamente) y en lo que estaciones del año se refiere; aun así, son muchos los usuarios que empiezan a arrinconar sus esquís para dar paso a bicicletas, zapatillas de trekking, bañadores y toallas de playa. Sin embargo, queda mucho esquí en las montañas y que muy pocos aprovechan y disfrutan. Por así decirlo, a partir de este momento, empieza otra temporada.


Buenísima nevada los últimos días de marzo. No te fíes, que en primavera aun pueden haber sorpresas muy agradables

Más o menos, cumplida la primera semana de marzo, son muchas las cosas que cambian en las estaciones de esquí. Estas son algunas de ellas: Los hoteles y apartamentos bajan notablemente sus precios, así como restaurantes y empiezan buenos descuentos por ¿final de temporada?
 
Las estaciones de esquí también se apuntan y hacen buenas ofertas en el precio de los forfaits.
Menor afluencia de esquiadores con la consecuente ausencia de agobios en pistas y colas de los remontes.
 
Mejor temperatura y más horas de sol, que por supuesto, influyen en la calidad de la nieve. He ahí el quid de la cuestión. ¿Por qué si todo resulta más barato, hay nieve, hace mejor tiempo, etc., baja tan notablemente la afluencia de esquiadores a las estaciones de esquí?. 
 
¿Hace en marzo y abril tan buen tiempo para pasarlo en la playa y, bañador mediante, darte un chapuzón en el mar o la piscina y olvidar las pistas de esquí? ciertamente, y aunque es verdad que yo soy friolero, creo que no, a pesar de que es tiempo de poder hacer todas estas cosas, esquiar y disfrutar del campo o de la playa.


¿Atuendo propio del esquí en primavera?

Analicemos entonces qué es lo que pasa; A estas alturas, (dentro de poco cambiarán a “horario de verano”, y aún será más evidente), a las nueve de la mañana el sol ya se ha quitado las legañas, aunque en lo alto de la montaña hace fresco, fresco (fácilmente con temperaturas bajo cero hasta bien entrado abril y más), hacia las once/once y pico, se empiezan a sentir los confortantes rayos del sol y han desaparecido las zonas de umbría, a las 2 de la tarde hace calor y te sobra buena parte de la ropa de abrigo, casco, gorro, guantes… y hacia las cuatro entre el cansancio, el hambre y que ya empieza otra vez a refrescar, y vaya si se nota en según qué remontes (aun hay en ese momento un factor mucho más importante del que pronto hablaremos), es la hora de recoger.


Sol, buenas temperaturas y nieve "crema"

Tomando por ejemplo un estándar, y salvando las distancias, pongamos que la nieve primavera tiene tres momentos principales en lo que se refiere a su transformación (más o menos):

DURA: Desde la apertura hasta las 11.30
Por lo general, el esquiador “turista”, intermedio o debutante, huye como gato del agua fría, de este tipo de nieve, muy bien valorada sin embargo por el experto, que, bien pisadita, y con unos esquís “race” con buenos cantos, y sin “ni Dios” en la pista, se lo pasa, perdón por la expresión, como “un marrano en un charco”. Por supuesto, cualquier tipo de esquí es válido, pero encomiéndate a los dioses si tus esquís son demasiado blandos.
 
"CREMA". De 11.30 a 14.30
Ésta le gusta a cualquiera. Durita por debajo y dos o tres centímetros de una capa suave de nieve medio derretida encima. Da lo mismo si tus esquís son "Racing", "All mountain" o "Freeride" o si eres experto, intermedio o debutante. Dentro o fuera de pista. Está que alucinas.

La nieve empieza a transformar. Es hora de ir en busca de la pala deseada. Foto cortesía de Carles R. "Lugareño de pro"

"PAPA": de 14.30 hasta el cierre
A partir de aquí, que yo me apunto a los otros dos estadios de la nieve primavera, soy de los que optan por el “campana y se acabó”, que este tipo de nieve, personalmente, no me gusta y, debido al cansancio y que, transformada en la típica nieve tipo pescadería, te frena, o bloquea en los lugares donde ha quedado barrida por el paso de los esquiadores y acumulada en grandes pelotones, (la nieve dura machaca lo suyo y la crema no espera y no te deja un segundo de descanso) es bastante peligrosa para los que usamos esquí de Race, y donde unos Freestyle bien encerados para este tipo de ocasiones, aun te darán mucho juego. Muy útiles sin duda si vas a bajar fuera de pistas.


Qué gusto da mirar atrás para ver que has dejado huella. Foto cortesía de Carles R. y "Lugares de nieve".

Resumiendo y para concluir.
 
La verdad es que una vez que pasa el mes de febrero son muchas las cosas que cambian en las estaciones de esquí. Empezando por la nieve, que no siempre es del tipo primavera y que por cierto no está nada mal; sino que, incluso, te puedes encontrar con una buena nevada nocturna y sol al día siguiente para delicia tuya y de cuatro más. Como me dijo hace mucho un profesor de esquí, mejor o peor, te guste más una que otra, todas las nieves se esquían, y me alejaba de las bien pisadas pistas para que lo comprobara y aprendiera. Nunca se lo podré agradecer lo suficiente. Total, que mientras haya nieve hay vida. Más sol y menos umbrías, mejor temperatura (aunque no te fíes), buenas ofertas en material, hoteles y forfaits más baratos. Mucha menos gente y por lo general, mucho más relax por parte de todos en las pistas, cosa ésta que no es menor, que si bien la montaña es un buen desestresante, parece que muchos, unos cuantos, van quemados, y creen que el "sálvese quien pueda" y  el “aparta que voy" forma parte del esquí y el campar por tus fueros, desgraciadamente, es lo que hay. 
Hablando de quemados: Nunca olvides la protección solar, y menos en primavera


Zona alta de la Pinilla en primavera desde la terraza del gran Plató. Pistas del Mirador (izda) y Stadium (dcha) célebres porque ahí se desarrollaron las pruebas de los campeonatos de Europa en 1975

En la pequeña estación de la Pinilla en el sistema central, sabemos mucho de este tipo de nieve y los que hemos seguido ahí, a pie del cañón o de pistas, como le queráis llamar, hemos disfrutado de las mejores de la estación, durante unos cuantos días, con una estupenda nieve primavera (es muy típica por estos lares, aunque no nos importaría cambiar una poca por alguno de esos buenos paquetes de nieve polvo del Pirineo), durita a primeras horas, estupenda en el momento de la transformación (parece magia, ¿que no?), aprovecharla a tope esas dos o tres horas según el día, y abandonarla pasadas las tres de la tarde para descansar, tomar el sol en una terracita en mitad de pistas mientras "comentas la jugada" con tus amigos y los de la mesa de al lado y te piensas si harás la última bajada por nieve papa o en telesilla (no son pocas las veces que recurro a este sistema descenso en esto días). Cierto que alguna piedra puede entorpecer tu camino, pero eso también forma parte del juego y del momento de la temporada, aunque también la cosa tiene su aquel... que estamos en un medio natural, y todo es posible y hay que tener en cuenta todos los factores. No se puede tener todo.


El día de cierre de Sierra Nevada primeros de mayo. Cortesía de "Barrufa", Lugareño donde los haya.

Otra cosa además de lo dicho y conocido sobre ofertas, sol, etc, es que a estas alturas de la temporada, si has esquiado un poquito, las piernas responden, y haber subido a la montaña te hace más resistente, así que el esquí de primavera, tiene muchas ventajas, sobre todo si no te andas con demasiados remilgos (que si la nieve tal o cual, que si hace calor, que si no merece la pena para esquiar un par de horas...) y tienes claro que no hay nada más natural que la propia naturaleza, y que ésta, en la montaña, lo es en estado puro, que todo puede cambiar en cuestión de minutos. Lo que es por mi, prefiero haber estado estar ahí para poderlo disfrutar.
 
A mi me encanta el esquí de primavera y lo recomiendo, aunque habrá quien opine lo contrario, pero para gustos están los colores, y en cualquier caso, los colores de la primavera en la montaña, son espectaculares.
 
A pesar de eso, tampoco está nada mal alternarlo con un poco de playa.

 

Nos vamos a la playa. Hasta la próxima temporada!!!

 

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