Esquiar sin estrés es posible: el caso de Boí Taüll en el Pirineu de Lleida

Esquiar sin estrés es posible: el caso de Boí Taüll en el Pirineu de Lleida

Boí Taüll. Crédito foto estación de Boí Taüll

Thu, 23/01/2020 - 09:43
La estación de esquí de Boí Taüll apuesta por la tranquilidad, por huir de la masificación y por el respeto al entorno. Es algo que el esquiador percibe y se traduce en su “sin estrés”.

Primeras impresiones, primeros datos

De camino a esta estación, hemos entrado en la Alta Ribagorza, la comarca del Pirineo catalán en que se ubica la estación y que es la de menor densidad de población de toda Catalunya.

En medio de la belleza agreste del entorno, los pueblos salpican el valle con delicadeza estética y crean un espacio que conserva su fisonomía de montaña, magnífica y al mismo tiempo entrañable y auténtica. 

Una parada en cualquier establecimiento o una pegunta a alguien que pasea por la calle nos permiten reconocer enseguida la gran hospitalidad de sus gentes.

Llegamos a la estación. Estamos en la más alta de Catalunya, ya que su cota mínima se sitúa en los 2.020 metros y la más alta en los 2.751. 

A primera vista, Boí Taüll ya transmite calma, placidez. El espacio es de grandes dimensiones, abierto, con montañas que tocan el cielo y sin masificaciones. Queda claro que serà -y es- fácil moverse por sus instal·lacions y, además, sin colas.

La estación ofrece un área esquiable de 550 hectáreas y más de 47 kilómetros de pistas, que se dividen en 47 pistas, 6 de las cuales son verdes, 8 azules, 24 rojas y 9 negras. Además, un itinerario. Cuenta con 11 remontes (6 telesillas, 2 telesquís y 3 cintas transportadoras).

Una estación que “pasa” de muchos caprichos atmosféricos 

Boí Taüll puede plantar cara a los caprichos atmosféricos. Cuando vamos a esta estación, no tenemos que preguntarnos si habrá nieve o no, ni cuál será su estado.  

La altitud media de la estación de Boí Taüll supera los 2.000 metros. Esta condición le permite garantizar nieve durante toda la temporada y no tener que estar tan pendiente de los caprichos atmosféricos como sucede en otras estaciones. A ello, se le suma su orientación norte y la escasa humedad de la zona. El resultado es una nieve polvo que suele caracterizar toda la temporada.

Para quien no quiere estar pendiente de la meteo hasta última hora y depender de ella para decidir dónde pasar sus jornadas de esquí, este es un destino idóneo

El placer de descender por pistas impecables

En Boí Taüll la nieve está siempre muy bien pisada. ¡Qué importante es! Favorece descensos de nota y disfrute absoluto. Incluso el descenso tiene otro sonido. En este sentido, una de las experiencias extraordinarias en Boí Taüll es abrir pistas, empezar la jornada de esquí a primera hora y ser el primero en deslizarse sobre un manto blanco impecable. 

Todo bajo control. “No te preocupes, nos encontraremos sí o sí”

La estación está situada a caballo entre dos valles. Ello le da una geomorfología muy peculiar, que ha permitido diseñarla en forma de abanico, de modo que todas las pistas confluyen en un mismo punto, el Pla de les Vaques, donde se encuentran los edificios de servicios: el de atención médica; una escuela de esquí que dispone de 90 profesionales expertos en esquí y snowboard; un servicio de alquiler de cámaras Go-pro para que el día de esquí “sin estrés” quede inmortalizado, y un bar y cafetería para cargar pilas entre bajada y bajada.

Desde las terrazas, podemos ver como nuestros amigos están viniendo o los más pequeños de la familia acuden al punto de control pactado. Por eso, los esquiadores pueden comentarse: “no te preocupes. Nos encontramos sí o sí”. Estamos tranquilos.

Sin masificación

Esta clasificación, en el caso de pistas de esquí, es algo a subrayar categoricamente. Constatar que uno de los mayores placeres de una jornada de esquí en Boí Taüll es la “no masificación” es lo mismo que decir que las bajadas se pueden suceder, una tras otra sin parar

Una experiencia inolvidable y relajante más allá del esquí 

A este entorno de paz y tranquilidad, se une una amplia oferta de actividades relacionadas con los deportes, la naturaleza y la cultura. Por tanto, tampoco hay que preocuparse por cómo aprovechar el tiempo libre, una vez finalizada la jornada de esquí. Las posibilidades son múltiples.

Boí Taüll es una de las puertas de entrada al Parque Nacional de Aigüestortes, con 4 picos que superan los 3.000 m y una decena que superan los 2.800, en un espacio de 13.900 hectáreas de naturaleza espectacular por las que se pueden hacer visitas guiadas.


Parque Nacional de Aigüestortes y Lago de Sant Mauricí. Foto Quim Calvera

Es un espacio singular que acoge una gran cantidad de especies de fauna protegidas y que es perfecto para pasearlo, disfrutarlo y conocerlo con raquetas de nieve.

Otra opción cultural, también de “alta intensidad” es la visita al conjunto de Iglesias Románicas del Valle de Boí, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.


Iglesia de Sant Climent de Taüll

El valle de Boí reúne nueve iglesias románicas del siglo XII. Entre ellas, la de Sant Climent que, por la pureza de sus líneas, está considerada el paradigma del románico del valle de Boí.

Las iglesias en Taüll definen todos los rincones. De mayor sencillez, pero también impresionantes, encontramos maravillas como Santa María de Taüll.


Pantocrator Sant Climent de Taüll

Y, cómo no, otros tipos de diversión, también pueden completar una fabulosa jornada. Una de ellas es Snowlandia, una zona temática que ofrece práctica de parapente-esquí, escalada en el hielotiro con arco, e itinerarios fuera-pista con guía. A la oferta, se añaden el mushing o el rafting sobre nieve.

Desde la cota más alta: Fascinación

Estamos en el Puig Falcó. Son 2.751 msm y la vista es espectacular. Entendemos directamente el porqué del eslogan que durante mucho tiempo ha proclamado Boí Taüll: “donde los Pirineos tocan el cielo”. Y lo cierto es que, desde este punto, afirmarlo no es una exageración, porque esta es la sensación que da cuando nos dejamos admirar por el paisaje.

El telón de fondo de la zona son los lagos, con el Estany de Sant Maurici y las altas cumbres del parque nacional. Vemos el Aneto y el Monte Perdido.

La comodidad de un resort hotelero de alta calidad, una gran ventaja

También nos da calma la comodidad de tener la oferta hotelera de alta calidad muy próxima a todo, tanto a las pistas como al pueblo, lo cual permite paseos muy agradables.

Las opciones son variadas, desde el Aparthotel Siente Boí & Spà, el alojamiento de mayor cualificación hotelera del resort, hasta los Apartamentos de La Solana, el Hotel Romànic o el Hotel Taüll. Todos ellos sin problema de aparcamiento y ofreciendo todas las facilidades para pasar unos días de esquí inmejorables y el mejor ambiente y servicio que puede procurar un resort. Suele haber ofertas muy interesantes.


Boí Taüll cuenta con un excelente resort hotelero

¿Qué mejor que acabar relajándose bajo un cielo estrellado como pocos?

Boí Taüll está clasificado como destino Starlight. Se trata de un reconocimiento que otorga la Unesco, y que se concede a aquellos destinos que ofrecen una alta calidad de contemplación de los cielos nocturnos porque están protegidos de cualquier contaminación lumínica. Si, entre otros, el haber pasado una o varias jornadas esquiando; paseando con raquetas de nieve; visitando iglesias de altísimo valor artístico e histórico; no ha sido suficiente para sentir de pleno el relax, una mirada a un cielo increíble puede ser el broche perfecto para unas jornadas de esquí.


Autor Di_Dacus

También pueden que la mirada al cielo sea para preguntarnos "¿qué tiempo hará mañana. cielo muy estrellado. Hará buen día”. Y la aventura continúa.

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