La policía austriaca endurece los controles contra los turistas ilegales y las pistas se vacían

La policía austriaca endurece los controles contra los turistas ilegales y las pistas se vacían

Pistas de esquí de Saalbach este domingo, nadie en pistas.

Mon, 08/02/2021 - 06:21
Segundas residencias ocupadas, matrículas de vehículos de media Europa y más actividad de la habitual en época de Covid en los pueblos ponen en alerta a las autoridades.
Era un secreto a voces, pero hasta la semana pasada no saltó a la luz pública. En Austria, las estaciones de esquí están abiertas aunque solo para los residentes en los estados donde están ubicadas las pistas, pero no para el resto de austriacos y mucho menos para los turistas extranjeros.
 
A pesar de ello, algunas poblaciones turísticas del país ven, día tras día, crecer el número de foráneos en las pistas de esquí y en viviendas que deberían estar vacías.
 
En Turracher Höhe, en el estado federado de Estiria, por ejemplo, se ha detectado un notable aumento de registros de segundas residencias, matrículas de vehículos de media Europa (Gran Bretaña, Suecia, Alemania...), actividad animada en el pueblo y muchos huéspedes que parecen eludir el bloqueo.
 
La policía austriaca ha recibido denuncias por parte de hoteleros, vecinos e incluso un alcalde
 
El detonante de esta situación fue la redada que llevó a cabo la Policía del Tirol el viernes 29 de enero, donde se encontraron 133 personas en 44 alojamientos y albergues en St. Anton am Arlberg y en el Stanzertal, entre británicos, daneses, suecos, rumanos, alemanes, australianos, irlandeses y polacos y se incoaron un total de 96 expediente sancionadores.
 
Desde entonces, los controles han aumentado y se han detectado numerosos casos de alquiler ilegal de segundas residencias a turistas, por ejemplo en los distritos de Liezen y Murau.
 
Cuando se detecta un caso de alquiler ilegal, el abanico de excusas entre los denunciados es amplio: “que si un amigo permitió usar el apartamento, que el apartamento es de una fundación y nos han permitido pasar la noche, que si el chalet es de unos familiares…”, cuenta al diario austriaco Kronen Zeitung el capitán del distrito de Liezen, Christian Sulzbacher.
 
Durante el confinamiento, el alquiler turístico no está permitido, pero a menudo se buscan lagunas y a pesar de que se han dictado ya decenas de sentencias en contra de esta práctica, muchas de ellas han sido impugnadas y el proceso puede durar meses.
 
La mayor preocupación son las plataformas de reservas como Airbnb. Para la policía es muy difícil hallar pruebas de que los ocupantes no son los verdaderos propietarios, los cuales, a pesar de residir en otro estado o ser extranjeros, pueden ir a sus segundas residencias para cuidarlas y, porque no, aprovechar para esquiar algún día.
 
Otro indicio que señala la presencia de gente de fuera son las placas extranjeras y por ello se han intensificado los controles en los aparcamientos de las estaciones. Es el caso de St. Anton, donde dos patrullas pedían este fin de semana la documentación a todos los que estacionaban el vehículo. La voz se ha corrido y la medida parece efectiva, este sábado y domingo, en los aparcamientos de muchas estaciones del Tirol y del estado de Salzburgo los vehículos con matrícula extranjera brillaban por su ausencia.
 
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