Cada mes de octubre -ya son siete años- me veo en la tesitura de hacer pronósticos casi imposibles para intentar dilucidar cómo será la próxima temporada. Cabe aquí mi pequeño acto de insumisión crítica hacia estas predicciones más allá de los cinco días. Dicho esto, ¿qué nos deparará el próximo invierno?
Venimos de un verano terrible con temperaturas altísimas en todas las cordilleras de la Península como también de los Alpes.
La afectación en los glaciares ha sido muy alta con una fusión como hacía años que no sucedía. Las temperaturas en zonas como el Pirineo de Andorra han superado los 30 grados a una altura de 1.000 metros de altura durante 50 días. Cuando la media era de 5 a 7 días. Verdaderamente ha sido
un verano extraordinario y totalmente fuera de lo común.
Con esta situación vivida y un inicio de otoño que continúa cálido o muy cálido, nos asaltan varias preguntas sobre lo que nos puede deparar el final del otoño y el invierno 2022-23. ¿Este verano tan cálido será un precedente para lo puede ser el invierno y las tan ansiadas nevadas? ¿Vamos a tener que vivir con el corazón en un puño debido a las altas temperaturas y la escasez de precipitaciones de nieve?
Esto es lo que seguidamente trataremos de esclarecer con los modelos meteorológicos a largo plazo y con nuestro punto de vista particular.
La Niña, por tercer año consecutivo, volverá a marcar el inicio del invierno
Según publica el boletín de la NOAA este mes de octubre, La Niña (ENSO negativo) persistirá en el invierno del hemisferio norte 2022-23, y luego se producirá una transición a (ENSO neutral) en el periodo enero-marzo de 2023.
Empezaremos hablando a nivel global; en concreto del
patrón climático de El Niño/La Niña o también conocido como
ENSO. Por tercer año consecutivo
-algo que solo ha pasado 2 veces desde 1950- La Niña volverá a afectar a todo el Pacífico como mínimo hasta el mes de diciembre. A partir de entonces, entre enero y marzo, la probabilidad actual de que baje la intensidad de La Niña es del 54%. Esto debería provocar más precipitaciones en general en la Península Ibérica.
Hagamos ahora un breve repaso sobre las causas y los efectos de La Niña. Este fenómeno se produce por un debilitamiento de la corriente contra ecuatorial, los vientos alisios se hacen más potentes y se fortalece la corriente ecuatorial del sur, especialmente cerca del Ecuador, arrastrando aguas frías que disminuyen las temperaturas del Pacífico tropical oriental y central.
Así afecta el fenómeno de La niña en el continente norteamericano. Fuente NOAA
Generalmente, La Niña provoca grandes sequías en el África Oriental, la costa atlántica de Sudamérica y el medio Oeste de los EE. UU., y grandes inundaciones en Australia, Indonesia, Filipinas, Sudáfrica y América Central. La Niña tiene un efecto mucho más moderado sobre Europa que El Niño. Tiende a producir inviernos más moderados o templados en el norte de Europa e inviernos más fríos en el suroeste de Europa.
En periodos marcados por La Niña las precipitaciones suelen verse disminuidas. Estos efectos son medidos por la
Oscilación del Atlántico Norte (NAO), que determina el tiempo en la región atlántica, particularmente en invierno, y que se ve afectada no solo por ENSO, sino por otros factores más y teleconexiones.
Un invierno al que le costaría arrancar
Anomalía de temperatura debido a la Niña desde agosto a octubre. Fuente NOAA
En nuestro caso, La Niña al ser relativamente fuerte en esta primera parte del invierno, en la que se va a incrementar su intensidad, suele provocar inviernos fríos. Aunque esto se verá frenado, pues venimos de un largo período muy suave y cálido. Esta inercia cálida que arrastramos se alargará durante el otoño y personalmente creo que las nevadas importantes tardarán en llegar, posiblemente no lo hagan hasta Navidad o incluso más allá. Después el invierno sería frío, pero no demasiado nevoso.
Y no podemos descartar que una
banquisa Ártica que, este verano se ha comportado bastante mejor que en anteriores años, acabe provocando en enero o febrero
un importante desalojo de aire polar, cuando el
vórtice polar se debilite y acabe rompiéndose (Calentamiento Súbito Estratosférico), provocando un gran desalojo de aire frío, otro cantar es en que parte del hemisferio norte se producirá...
Ahora vayamos a ver qué es lo que nos depara este final del otoño e inicio del invierno correspondiente a los meses de noviembre, diciembre, enero y febrero de los diferentes modelos a largo plazo. Para ello consultaremos dos de los modelos de medio y largo plazo de referencia, uno desde Estados Unidos, el NOAA y el otro en Europa, el ECMWF.
Así lo ven los modelos de medio y largo plazo
Los modelos estacionales americanos para el mes de noviembre en nuestra zona nos indican una situación de temperaturas algo más altas de las que tocarían. por lo tanto, un noviembre cálido. Las precipitaciones también estarían por debajo de la media esperada. Malas noticias en este caso que también se corresponden con el modelo europeo que nos indica unas temperaturas por encima de la media histórica y con precipitaciones disminuidas y por debajo de la media.
Si esto se cumple, vamos a sufrir y bastante de cara a empezar la temporada de invierno para el Puente de Diciembre, puesto que las primeras nevadas a las cordilleras de la Península deberían llegar sobre la tercera semana de noviembre o a más tardar, durante la semana siguiente.
Modelo americano de anomalías temperaturas para el mes de noviembre de 2022
Modelo americano de anomalías de precipitaciones para el mes de noviembre de 2022
Ahora veamos los mapas del modelo europeo:
Modelo europeo ECMWF de anomalías de temperaturas para el mes de noviembre de 2022
Modelo europeo ECMWF de anomalías de precipitaciones para el mes de noviembre de 2022
El mes de diciembre nos va a traer un respiro. El modelo estacional americano predice que las temperaturas estarán en la media y vendrán acompañadas con las precipitaciones que tocarían para este mes. Por su parte, el modelo europeo predice unas temperaturas también en la media y unas precipitaciones algo por encima de lo normal. Cabe decir también que el mes de diciembre en nuestras latitudes no suele ser muy productivo en cuanto a precipitaciones. Por lo tanto, a mi parecer, saldríamos del atolladero, pero muy justo.
Modelo americano de anomalías de temperaturas para el mes de diciembre de 2022
Modelo americano de anomalías de precipitaciones para el mes de diciembre de 2022
Ahora veamos los mapas del modelo europeo para diciembre:
Modelo europeo ECMWF de anomalías de temperaturas para el mes de diciembre de 2022
Modelo europeo ECMWF de anomalías de precipitaciones para el mes de diciembre de 2022
¿Cómo será el inicio del año? En el mes de enero empezaría a decaer la fortaleza de La Niña, pero ciertamente los modelos nos indican unas temperaturas similares o algo más altas de la media y con unas precipitaciones que serían las que tocarían o algo por encima. De aquí observamos que el más favorable sería el pronóstico del modelo europeo, mientras que el modelo americano sería algo menos positivo.
Modelo americano de anomalías de temperaturas para el mes de enero de 2023
Modelo americano de anomalías de precipitaciones para el mes de enero de 2023
Estos son los mapas de previsión de largo del modelo europeo para enero de 2023:
Modelo europeo ECMWF de anomalías de temperaturas para el mes de enero de 2023
Modelo europeo ECMWF de anomalías de precipitaciones para el mes de enero de 2023
Finalmente, para el último mes del invierno meteorológico, febrero, el modelo americano nos indica unas temperaturas por encima de lo que tocaría en la época, así como precipitaciones más elevadas de la media. Por su parte, el europeo es más benigno, predice unas temperaturas normales y una precipitación más elevada de la media histórica del mes.
Modelo americano de anomalías de temperaturas para el mes de febrero de 2023
Modelo americano de anomalías de para el mes de febrero de 2023
El modelo europeo para el mes de febrero de 2023:
Modelo europeo ECMWF de anomalías de temperaturas para el mes de febrero de 2023
Modelo europeo ECMWF de anomalías de precipitaciones para el mes de febrero de 2023
Resumen y conclusión
A modo de conclusión, podríamos decir que hemos de tener primera parte del invierno cálido y con poca precipitación de nieve y una segunda donde se volverá a la normalidad lo que implicará alguna ola de frío y nevadas más copiosas sin descartar alguna buena sorpresa en cotas bajas. Habrá que tener paciencia.
Esta previsión se ha elaborado el 17 de octubre de 2022
Josep Tomàs
Nota aviso LdN
*Las previsiones estacionales y largo plazo, así como los pronósticos descritos aquí por el meteorólogo tienen una fiabilidad limitada, hay que tomarlo como lo que son, pronósticos.
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