De Andorra al Pedraforca pasando por el Alt Urgell

Mar, 02/06/2015 - 00:21

Una semana de trabajo a tope.

Salida de casa a las 8 y vuelta a las 22h

De pie, estrés, cansancio, pero feliz.

Nuevos retos personales y profesionales realizados.

 

retransmision-campeonato-españa-baloncesto-cadete-2015

 

Llego a casa, me conecto a facebook mientras como algo y veo que una de mis amistades ha colgado una foto del Pedraforca. La mítica montaña catalana, que no es la más alta, pero si una de las más bellas.

Intercambio de mensajes y listo: el sábado cuando acabe las retransmisiones me voy hacia la montaña encantada con Marco y Alba.

Ellos irán a inspeccionar una vía de escalada y yo daré un “paseito”.

 

El camino desde Andorra, donde residimos, hasta la zona de aparcamiento del Refugi de Lluís Estasen decidimos hacerlo por una carretera de montaña por donde no circula mucho coche, pero que merece la pena utilizar si no quieres perderte ninguno de los bellos pueblos desconocidos del Alt Urgell ni del Berguedà.

Mi asombro cuando veo que la mayoría de ellos están reconstruidos y con casitas que bien podrían salir de un cuento.

Foto en mi retina de Cornellana, Fórnols, Gósol, i el resto de pueblecillos esparcidos entre los bosques de pino rojo.

Llegamos a sitio y subimos hasta el refu que está a tan sólo 800m del párquing.

 

foto-marco-mijares-alba-dina-refugi-estasen-1600-metros

 

Para mi sorpresa, nos recibe un guarda la mar de simpático y con el refugio impecable.

Lo molestamos un ratillo con preguntas y salimos disparados hacia la furgo: la tormenta la tenemos casi encima.

Un buen remojo y una partida al UNO antes de cenar nos acaban de abrir el apetito.

Cena a 1.600 pero de lujo.

Mañana nos esperan un montón de sorpresas.

tormenta-llegando-desde-vallcebre

5h de la mañana del domingo: Marco ya está despierto y, por simpatía, también lo está la compañía femenina que duerme en la parte de arriba de la furgo.

Desayuno sin prisas y arranque.

No sabemos cuantas horas necesitamos cada uno para hacer lo que tenemos previsto.

Ellos dos la vía Estasen y yo, cima del Pedraforca por el Coll del Verdet.

A los pocos metros de dejar el refugio atrás, un rebeco me acompaña en mi silencioso recorrido.

rebeco-©diana-martin

Vale la pena madrugar. La naturaleza te regala momentos irrepetibles.

 

Voy subiendo y me vuelvo loca haciendo fotos. Para mí todo es nuevo. Mis ojos suelen ver granito, y el macizo del Pedraforca es calcáreo, con lo cual los contrastes de colores me sorprenden.

 

Cambio de roca significa encontrar flora que no estoy acostumbrada a ver.

Alzo la vista y, dado lo aéreo del camino, hay una vistas espectaculares mires al norte, al sur, al este o al oeste.

Masa boscosa sin fin, gigantes rocosos alzándose imponentes frente a mi.

vistas-camino-coll-verdet

Se oye una voz. Diviso a mis amigos en un canal por el que ellos han de trepar mientras yo voy por el caminito intentando no darme de bruces. La lluvia de la noche anterior ha dejado el camino muy resbaladizo en las zonas expuestas.

 

Me cruzo con algún madrugador.

Uno de ellos parece conocer bien la zona. Tengo que aprovechar a preguntar sobre qué hay exactamente hay arriba.

Respuesta: Si continuas hacia arriba a partir del Coll del Verdet, será difícil volver atrás. Tendrás que hacer cima.

 

Y una vez puesta a trepar, entiendo la explicación: 1h larga de trepe con tan sólo una cuerda a modo de pasamanos. El resto, concentración sin margen de error. Cualquier resbalón te precipitará al vacío y “adiós muy buenas”.

mejor-no-hacer-un-paso-en-falso

Llego a la cima. Pues no. No es la cima. Baja, vuelve a trepar y así hasta 4 veces.

 

Los últimos 20 minutos pienso que estoy haciendo lo más peligroso que he hecho en toda mi vida. Estoy sola en una zona de trepe con una roca en mis pies y mis manos que no es precisamente granito.

 

Me motivo para concentrarme, asegurar los pies y tener buenas presas en las manos que me garanticen que si una de las rocas cede, pueda quedar colgando de los otros 3 puntos de apoyo.

Me digo a mí misma: concéntrate, Diana. Si te equivocas, morirás haciendo lo que más te gusta. Morirás en la montaña. Pienso que no es mala opción y continuo hacia arriba. Sé que por delante hay gente y también diviso otro grupo detrás, a unos 15 minutos de mi. Pero nadie debajo que me pare una posible caída.

Oigo voces. Habré llegado, por fin?

Saco la cabeza entre las roca y descubro una “señera”, señal inequívoca que he llegado al punto más alto.

He llegado, estoy enterita, he superado el reto que me ha planteado la montaña y he descubierto nuevos límites personales y que mi fuerza mental aún tiene recorrido.

cima-pedraforca-2506-metros

Estoy contenta? No! Estoy feliz!

 

En la cima encuentro las dos únicas chicas que he visto por el camino y que también iban cómo yo: haciendo fotos a todo lo que veían. Pero es que estar en el paraíso y no hacer fotos, sería un pecado. No crees?

Y de la cima, ya “sólo” falta bajar por el otro lado (está claro que imposible hacer marcha atrás). Nos espera la divertidísima y súper nombrada “Tartera del Pedraforca”. Cómo será? Nos han hablado mucho sobre ella, tanto los guardas del refugio como la gente a la que hemos preguntado por el camino. Así que, frente a las referencias dadas, les pido a Clara y a Laura si les importa que baje con ellas para no estar “sola ante el peligro”.

Empezamos el descenso y nos parece una autopista comparado con la subidita de grado III sin asegurar que hemos realizado.

 

Llegamos a nuestra amiga la tartera y nos sorprende un cartel dónde amenaza “zona peligrosa”. Bien! Y el cartelito, cómo es que no está en el otro lado? Y si llegas a ese punto y no sabes descender? Qué haces? Llamas al GRIM que te venga a recoger en helicóptero y te lleve a casa?

aviso-tartera-pedraforca

Si se me permite un consejo, un señalización sobre el nivel técnico de la montaña en el refugio de Estasen, sería genial y creo que evitaría bastantes accidentes.

 

Por el camino he llegado a encontrar gente con vértigo que habían llegado a un punto sin opción a retroceder.

Un cartel más no dañaría mucho el entorno y sí ayudaría a evitar malas experiencias.

Leída la advertencia de la Tartera del Pedraforca, la opción es descender o descender. Pues para abajo!

Mientras hay piedra, no problem, pero a la que sale la arenilla y el barro, aquello coge una velocidad peligrosilla.

Cada una baja con estilo propio.

clara-laura-tartera-pedraforca

Después de 1 hora larga y de estar advertidas que si nos pasamos la bifurcación hacia el camino del refu iríamos a parar a leguas del coche, casi no pasamos de largo…

El aburrimiento de la bajada inacabable por la dichosa tartera casi nos hace olvidar seguir las reaparecidas marcas amarillas y blancas.

 

Salimos de las piedras y por fin nuestros pies abandonan el polvo y el suelo inestable para volver a pisar las resbaladizas raíces y el caminito de montaña que discurre por medio de bosque al límite entre el montano y el subalpino.

salida-tartera-hacia-refugio-estasen

Un poquitín más y estaremos “a salvo” en el refu!.

Llegamos después de 5h de la partida y con la cámara del móvil y la cámara de bolsillo repleta de imágenes para la memoria.

Clara y Laura se vuelven hacia Barcelona.

A mí aún me quedarán 4h de espera hasta que mis amigos vuelvan de escalar hasta la cima y recorran el mismo camino de vuelta que yo ya he hecho.

Van pasando los minutos, corren las horas y empiezo a preocuparme. Sé que Marco es un experimentado montañero y escalador, a parte de guía, pero todos podemos tener un error.

Ya hace dos horas que he llegado.

Tres.

Empieza a nublarse. Cae alguna gota.

Cuatro.

Les habrá ocurrido algo? El cielo cada vez está más encapotado.

 

Y ahí aparecen, por fin! Están enteritos y contentos por la jornada de escalada y “pateo” en un sitio que ninguno de los tres conocíamos más allá de las referencias que nos habían dado nuestros amigos Ferran, Conrad, o los links en internet.

alba-marco-diana

Una "birra" y un cortado en el refu para celebrar la aventura.

Llegada a la furgo en un plis y… se pone a llover. Al cabo de unos minutos, a diluviar.

Con la retina llena de imágenes para el recuerdo y el cerebro a tope de endorfinas, nos damos cuenta de lo afortunados que somos y que hemos sido: tiempo espléndido hasta que los 3 hemos estado fuera de la montaña, a una temperatura perfecta para andar y escalar.

Nos quedan 2h de vuelta en coche por la serpenteante carretera que erosiona la montaña.

2h de coche con 1.000 historias que contar y decenas de temas por hablar.

Por dónde empezamos?

 

Nota: recuerda que en la montaña, el riesgo 0, no existe.

Hay profesionales titulados para guiarte y así sólo tengas que pensar en disfrutar la experiencia.

 
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Blog creado por Diana Martin i Gamisans

Fotografía de acción, deportes de montaña, qué me calzo y cómo me visto para hacer una salida sobre nieve, necesito material técnico y no sé por dónde empezar, el GRM, pisteros, atletas de World Cup y todo aquello que me rodea y es parte de mi día a día y de mis escapadas

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