Confinados en casa por la crisis del COVID-19, las posibilidades para muchos de nosotros se reducen a cuatro paredes; con suerte a una terraza y los más afortunados a un jardín.

 

Así las cosas, las rutinas para hacer ejercicio se multiplican en las redes sociales y todo tipo de plataformas digitales. Para no ser menos, pero sí más, hemos querido mostraros seis de estos ejercicios que (como muchos otros) nos servirán para cuando podamos volvernos a calzar los esquís.

 

 

Como las posibilidades son miles y los nombre infinitos: que si tabata, fitness, workouts, hiits, pilates…. Nos hemos ido a preguntar a una instructora de esta última modalidad (pilates) y practicante de snowboard. Mat Pilates with Mun nos invita a practicar, desde su casa donde se encuentra confinada, rutinas de unos 7 minutos para empezar esta Semana Santa.

 

Le hemos pedido que nos cree unos videos con estos únicos requisitos: útiles para los deportes de invierno; aptos para la mayor parte del público esquiador y que puedan realizarse solos (sin la ayuda de nadie).

 

 

 

 

Core (el núcleo del cuerpo, abdominales, lumbares, etc.) es una zona importante para reforzar, bien sea para aguantar las fuerzas que actúan sobre nosotros, o bien porque es necesaria para angular o para poder adoptar una posición más baja con el fin de conseguir mejores resultados.

 

 

 

Otra área clave es la zona glútea que, en el esquí y el snowboard, se encarga de controlar la articulación de la cadera. Es básica a la hora de poder realizar los giros y para adoptar una postura correcta.

 

 

 

El tren superior no es el más importantes, pero no debemos olvidarlo, pues así evitaremos descompensaciones con el tren inferior. Los desequilibrios musculares son uno de los motivos principales de lesión. Si entrenamos de forma desequilibrada generamos unos músculos más potentes y otros más débiles.

 

Unos hombros entrenados y unos brazos tonificados, junto con la musculatura dorsal, ayudarán a empujar con los palos y a apoyarlos en los virajes.

 

 

 

Los aductores y abductores son los encargados de aproximar o separar las piernas. Necesarios para mantener los esquís paralelos en cada bajada y en los virajes. Son los músculos que más trabajan cuando hacemos ‘cuña’.

 

 

 

Los cuádriceps son responsables de mantener la posición estable, flexionada y hacia adelante, además de proporcionar la protección necesaria a las rodillas. Realizan un trabajo intenso manteniendo la postura semiflexionada y una estabilidad ante las irregularidades del terreno.

 

 

 

Los isquiotibiales son los músculos antagonistas del cuádriceps y son los que se emplean cuando nos inclinamos hacia delante en pendientes pronunciadas. Si dejáramos de fortalecerlos, se puede crear una descompensación que podría provocarnos una lesión. También son importantes a la hora de estabilizar fuerzas rotacionales sobre la rodilla, indispensable para proteger dicha articulación.