Aamodt Kilde (27 años) ha sido el más regular a lo largo de  la temporada y gracias a esa regularidad y a la fortuna ha podido hacerse con el gran título que anhela cualquier esquiador, después de que la Federación Internacional de Esquí (FIS) diera por finalizada la temporada antes de tiempo por culpa de la expansión del coronavirus.

 

 

Kilde que debutó en 2012 en el gigante inaugural de la temporada en Sölden (Austria), ha disputado su séptima temporada en la Copa del Mundo de Esquí Alpino, plasmando la línea progresiva que venía manifestando ya en campañas anteriores. Basta con mirar sus números. De ser el 9º en la general de la Copa del Mundo de 2019 ha pasado a ser el 1º; ha calcado la posición en el descenso, 4º; ha progresado y de qué forma en el gigante, de ser el 30º al 5º y lo mismo en el SG, de ser 5º a 3º, disciplina en la que en el año 2016 se llegó el Globo de Cristal.

 

 

El esquiador noruego de Atomic suma ya 152 carreras de la Copa del Mundo de Esquí Alpino disputadas, en las que ha logrado cuatro victorias, dos de ellas este año, y las dos en el Súper Gigante: el de Saalbach (Austria) y el de Bormio (Italia), que curiosamente no le han servido para ganar el título de la disciplina menor de la velocidad. Un Globo de Cristal que sí ha ido a parar a manos del también esquiador de Atomic Mauro Caviziel, otro esquiador en clara línea ascendente que, curiosamente no ha logrado ninguna victoria esta temporada.

 

 

Con el Gran Globo de Cristal de la Copa del Mundo de Esquí Alpino Atomic mantiene su hegemonía al frente de la competición de la regularidad, que desde que empezara a disputarse en la temporada 1966/67 ha conocido un total de 35 campeones integrantes del team Atomic internacional. Basta recordar que Aamodt tiene el honor de tomar el testigo del gran Marcel Hirscher, que fue el ganador de 2011/12 a 2018/2019 y que desde el año 2000 sólo ha habido un año en el que Atomic no haya logrado la victoria, en el 2011.