El deportista barcelonés no las tenía todas consigo antes de saltar sobre el trineo en la primera manga, cuando ha notado un pinchazo en el cuádriceps en los últimos apoyos previos al salto. Eso, unido a un error en la segunda oscilación del kreisel, la curva de 360 grados del circuito, y su posterior salida del giro, donde se ha golpeado contra la pared, le han hecho perder la buena velocidad que traía en la bajada. Tras empatar a la centésima con el ruso Romanov, ambos lograban clasificarse exaequo en la vigésima plaza para disputar la segunda manga, el objetivo principal de Mirambell “por los pelos”, como ha afirmado.

 

Pese a la preocupación por la lesión muscular agravada en la primera manga, el piloto español reconoce que “he intentado empujar con el dolor que llevaba siendo consciente que el tiempo de arranque sería más lento. Lo fácil hubiese sido decidir no salir para proteger el cuádriceps, pero eso no va conmigo. Aunque sea a la pata coja salgo a competir, porque para mí estar encima del trineo y disfrutar de este deporte es un auténtico privilegio”. Mirambell asegura que la bajada ha sido mucho mejor que la primera, aunque “tampoco he podido trazar a la perfección la segunda oscilación del kreisel, pero la salida de esta curva ha sido más agresiva y limpia”, lo que me hacen acabar contento del pilotaje.

 

Como resumen de la competición, Ander reafirma que “el pilotaje y el tiempo han sido buenos, pero me voy con un sabor agridulce por la lesión y por no haber podido ser más competitivos. Hay días en los que los resultados no son tan importantes como las sensaciones, pero hay que estar muy satisfechos”. El próximo viernes 29 la Copa del Mundo cerrará la temporada en el circuito austríaco de Igls, en Innsbruck.