El gobierno de Aragón ha aprobado el proyecto de Ley de Medidas para el Mantenimiento de los Servicios Públicos con el que se espera recaudar alrededor de 100 millones de euros adicionales el próximo año y que incluye nuevos impuestos y modificaciones tributarias que entrarán en vigor el día 1 de enero de 2016. Entre ellos, el polémico tributo de transportes por cable, que tendrá una especial incidencia en las estaciones de esquí aragonesas.

 

 

Las reacciones no se han hecho esperar, con la palabra “barbaridad” han calificado los empresarios de algunos valles del Pirineo la decisión del gobierno de Aragon de volver a recuperar el impuesto conocido como “del cable” que puso en día el Gobierno del PSOE- (Marcelino Iglesias) y que el PP con Rudi elimino en 2012.

 

Empresarios y estaciones están en desacuerdo, la estación de Astún considera la decisión “poco acertada". Un impuesto que deja debilitado a unas empresas que se consideran estratégicas al vertebrar el territorio y que está planteado sin escuchar al sector. Con un objetivo únicamente recaudador.

 

 

Apuntan que las empresas explotadoras de los remontes -algunas de ellas en serias dificultades- deberán repercutir el coste del impuesto en los abonos que pagan los esquiadores para su uso. Pero no quedará otra que subir los precios para poder generar el cerca de millón y medio de euros que tiene planeado recaudar el gobierno autonómico de Aragón.

 

Según recoge la noticia de Radiohuesca, el gobierno actual compuesto por una coalición (PSOE-CHA) tienen la previsión de recaudar unos 900.000 euros del Grupo Aramón y el resto del Astún y Candanchú.