Cinco esquiadores españoles fueron arrastrados por una avalancha alrededor de las 12 horas de este sábado en la zona del túnel Aragnouet-Bielsa en la cara norte del pico Marioules, en la frontera entre España y Francia.

 

Tres de los cinco esquiadores lograron salir del alud por su propio pie. Los otros dos quedaron sepultados debajo de más de 4 metros de nieve y, aunque pudieron ser encontrados ya que iban equipados con sistemas de detección, uno de ellos fue declarado muerto en el mismo lugar, mientras el segundo fue trasladado de urgencia al Hospital de la Universidad de Toulouse, pero murió durante el transporte. Los dos esquiadores fallecidos son David Ballesteros López, natural de Santander, y Marcos Portolés Ajenjo, residente en la localidad cántabra de Entrambasaguas.

 

Las operaciones de rescate fueron llevadas a cabo por el CRS y el helicóptero Choucas 65 del destacamento aéreo de la gendarmería Laloubère. En la operación de rescate participó un equipo de 35 personas, pero llegar hasta la zona del siniestro les tomó bastante tiempo debido a la gran cantidad de nieve desplazada por la avalancha.

 

Según datos de la gendarmería francesa, las posibilidades de sobrevivir a una avalancha son del 95% en los primeros 18 minutos, mientras que caen a 35% pasados 35 minutos, recuerda la agencia France Presse.

 

 

El de hoy se suma al accidente del viernes en el que fallecieron cuatro esquiadores de montaña franceses en otra avalancha, esta vez en Entraunes, en los Alpes Marítimos, en la entrada al Parque Nacional Mercantour. Se trata del accidente más grave de este tipo en lo que va de temporada y en él también resultó herida una mujer. 

 

El riesgo de avalancha es el nivel 3 en una escala de 5, un riesgo marcado, por encima de 2000 m de altitud, según las previsiones de Météo France. El viento del suroeste ha estado soplando mucho durante 24 horas, causando placas y acumulación de nieve y todo ello con temperaturas superiores a 15 °.