Cubren el glaciar Presena con lonas para salvarlo. La operación cuesta 420.000 euros y da resultados

Cubren el glaciar Presena con lonas para salvarlo. La operación cuesta 420.000 euros y da resultados

Cobertura del glaciar Presena. Foto 2012. Fuente news.mondoneve.it

Vie, 19/06/2020 - 19:24
En las dos últimas décadas han desaparecido más de 200 glaciares en los Alpes y se quiere evitar que el Presena engrose la lista de desaparecidos. Aunque los costes económicos son elevados, los esfuerzos están dando sus frutos y se está evitando su regresión debido al calentamiento.

Hace unos años aún se podía esquiar en pleno verano en el glaciar de italiano de Presena, Pero eso ya es historia debido al calentamiento global. Para evitar su acelerada fusión, desde hace unos años el glaciar de Passo Tonale se cierra y se cubre con lonas desde mediados de junio a octubre, con el objetivo de disminuir su regresión. Y esto tiene unos costes importantes. Lo explican en el portal italiano Neveitalia.

El glaciar de Presena, encarado a norte y con una pendiente del 40%, tiene su cota baja en los 2.710 metros de altitud y su cota alta se sitúa en los 3.000. Tiene una longitud de casi un kilómetro. También es conocida como Passo Tonale porque está en este puerto de montaña, justo en la frontera entre Lombardía y el Trentino.


Captura webcam glaciar Presena. 19 de junio de 2020. El glaciar presenta más nieve que en los últimos años gracias a las precipitaciones de esta primavera.

En estos días, desde mediados de junio, una veintena de operarios, técnicos e investigadores universitarios, además de maquinaria pisanieves, trabajan para cubrir el glaciar con lonas protectoras con el objetivo: evitar, o al menos paliar, la regresión del glaciar por la fusión de nieve que conlleva el aumento de temperaturas estival.

La web italiana Neveitalia lo explica en un reportaje publicado esta semana. Señala que en las dos últimas décadas han desaparecido más de 200 glaciares en los Alpes. Nada nuevo y que no se haya explicado ya en otras ocasiones. Para evitar la desaparición del glaciar de Presena desde hace doce años, cada mes de junio se cubre con lonas. Señalan que es un trabajo pesado y costoso, pero con recompensa, pues los esfuerzos dan resultado.

Este año, un poco más tarde de lo normal debido al confinamiento por la Covid-19 por el que han pasado técnicos y operarios, las lonas geotextiles se han empezado a distribuir ordenadamente sobre el glaciar. 

Basta dar un vistazo a la webcam en directo para ver estos trabajos. Son unas tareas que también se hacen, o se han hecho, en otros glaciares, como podría ser el caso de la Marmolada.

Los trabajos de cobertura del glaciar dan buenos resultados

El proyecto nació en 2008 gracias a la colaboración con la provincia autónoma de Trento, que financió las lonas experimentales.


Imagen de la cobertura del glaciar Presena con las lonas blancas en 2011.

Las labores para salvar el glaciar se hacen a lo largo de los 12 meses del año. En invierno, la estación mediante una red de 10 cañones de nieve aporta nieve extra que ayuda a incrementar el espesor de nieve sobre el glaciar. La nieve es producida por 10 innivadores que se alimentan del agua de un pequeño lago natural situado cerca del glaciar. La producción de nieve se inicia a finales de octubre y finaliza en marzo.

Durante algunos años, la técnica para hacer la "manta" geotextil ha ido cambiando. Las hojas (que miden 5 metros de ancho por 70 metros de largo) ya no están termoselladas, sino cosidas: de esta manera no hay desperdicio de material, los trabajadores al final del verano lo que tienen que hacer es quitar el hilo y rebobinar las hojas con el ayuda de las ratracs, para luego almacenarlos en un depósito donde permanecerán durante todo el invierno. El trabajo, por así decirlo, en septiembre, es "desvestir" el glaciar. 
 

Y los trabajos continúan en verano con el cubrimiento del glaciar con lonas. La función de estas es evitar la insolación directa de los rayos solares sobre una nieve que cada vez es menos blanca y, de este modo, reducir la fusión y disminución del espesor del glaciar. Que los resultados del cubrimiento son positivos lo corroboran con datos. Por ejemplo, el albedo del glaciar actualmente es de 0,43, mientras que con las lonas consiguen alcanzar un albedo del 0,64. El reflejo de los rayos solares es, pues, mayor con las lonas. De esta manera el sector cubierto de media tiene una absorción de energía solar del 36% mientras que la superficie descubierta del glaciar ha absorbido, de media, el 57% de la energía solar.


Gracias a la ayuda de láminas especiales de geotextil, los rayos del sol se reflejan en el color blanco y, por lo tanto, no impactan en la nieve, además las láminas protegen el hielo de las lluvias de verano que, junto con el sol, son la causa del derretimiento de la nieve perenne.

Una vez se comprobó, verano tras verano, que los resultados eran positivos para la conservación del hielo, se empezó a ampliar la superficie protegida. Así, si en 2014 las lonas cubrían cerca de 40.000 m², en verano de 2019 ya se alcanzaron los 100.000 m².

Ahora bien, el coste de mantener vivo este glaciar y evitar su desaparición no es barato. En el artículo explican que cada año, entre gestión y mantenimiento, los costos se situan alrededor de los 420.000 euros. Un precio alto, pero que ha evitado desde el año 2008 hasta este 2020, que el glaciar redujera su espesor en cerca de 50 metros.

 

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