Otra de las características de esta cámara-drone es que el rastreador de la muñeca informará cuándo el sujeto esté saltando o cayendo para que la cámara se acerque o se aleje y siempre tenga detectado a su objetivo. Por esta motivo, este dispositivo volador, está indicado para la grabación y retransmisión de sesiones deportivas

Entre sus inconvenientes está su autonomía, pues su batería dura únicamente unos 20 minutos, aunque por otro lado puede alcanzar una velocidad de 40 kilómetros por hora y subir a una altura de 15 metros. Pulsa en este enlace para conocer todas sus características técnicas.

 

 

Se nos plantean algunas dudas cuando se popularice su uso, imaginaros una pista de esquí llena de drones-camara siguiendo a cada esquiador o snowboarder, puede ser catastrófico. Creemos que no tardaremos en ver normas o leyes que lo regulen o será el caos...

Estamos ante un drone revolucionario, que en esta primera versión, aún no es capaz de evitar obstáculos como árboles, rocas o remontes. El fabricante espera solucionarlo en próximas versiones del producto

Pero lo cierto es que este aparato puede ser el principio del fin de las cámaras personales en el casco, pecho o palo, tipo GoPro, este invento se nos antoja una revolución, algo fantástico capaz de tomar unas imágenes espectaculares de uno mismo sin ayuda de nadie.

 

El vídeo no tiene desperdicio

Las primeras entregas del producto para los afortunados que hagan el pedido con antelación está prevista para febrero de 2016

Aún quedan algunos meses para que el proyecto esté terminado, pero sus creadores han anunciado que tendrá un precio de venta de 899 dólares (unos 785 euros), aunque si se hace una reserva con antelación el precio será de 499 dólares (433 euros).

 

 

Más información: Lily Robotics