Espot y Port Ainé reparten 20.000 ceniceros entre los esquiadores

Espot y Port Ainé reparten 20.000 ceniceros entre los esquiadores

Campaña evitar "las colillas en las estaciones".

Mar, 24/12/2019 - 15:10
Las estaciones de esquí del grupo Ferrocarrils (FGC) en el Pallars, Port Ainé y Espot repartirán unos 20.000 ceniceros ecológicos entre los esquiadores.

Se trata de una funda que se pone sobre el paquete de tabaco, cubriéndolo y que sirve de cenicero. Esta iniciativa se realiza en colaboración entre Ski Pallars (las 2 estaciones de Ferrocarrils en el Pallars) y el Parque Natural del Alt Pirineu. 

Al fundirse la nieve cada año se encuentran muchas colillas debajo de los telesillas

Al fundirse la nieve en primavera, bajo la línea de telesillas quedaban al descubierto muchas colillas. Marc Garriga, director del Parque Natural del Alt Pirineu, explica a los medios que las colillas son muy tóxicas y además de contaminar afectan negativamente a la fauna

Por su parte, Gemma Tost responsable comercial de Ski Pallars, ha señalado que tienen como objetivo que los esquiadores sean más respetuosos con el entorno de las estaciones. La iniciativa de Espot y Port Ainé. que se hace imitando a las acciones que se han llevado a cabo en las estaciones francesas, muy pronto se extenderá al resto de estaciones de esquí de Ferrocarriles de la Generalitat de Catalunya (FGC).

Estamos ante una medida de educación ambiental incluida dentro del convenio de colaboración de las estaciones de montaña y FGC. En la funda cenicero se puede leer "¡fumar mata, contaminar también!" Y se explica que una colilla puede tardar hasta dos años en desaparecer y contaminar hasta 500 litros de agua. 


Urogallo del Pirineo. Fuente Wikipedia

Marc Garriga explicó, por ejemplo, que el desecho en forma de colilla puede ir a parar al estómago de los pájaros como el urogallo y ser mortal. Por este motivo se ha estampado en el cenicero una imagen de un urogallo alertando que "¡la nieve se derrite, los desechos, no!".

En el macizo del Orri, en Port Ainé, hay unos 30 ejemplares de urogallo. Se trata de una especie amenazada a escala catalana, estatal y en zonas como Andorra y por ello en la entrada de los caminos próximos a zonas de urogallo también se han colocado barreras con el objetivo de impedir el paso de los excursionistas o raquetistas, así como letreros de prohibido el paso.

 

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