Según se anunció la semana pasada, la firma de capital privado ubicada en Nueva York, Kohlberg & Co. ha llegado a un acuerdo para la compra a Newell Brands de las empresas del negocio de la nieve que poseía por un total de 240 millones de dólares, terminando de esta manera con varios meses de incertidumbre para las prestigiosas marcas de material del sector de los deportes de invierno.

 

Recordemos que la compañía de consumo internacional Newell anunció tras su fusión/adquisición de Jarden Corp., que estaba reorganizando su cartera de empresas y que se quería deshacer del 10% del negocio incluyendo toda la línea de deportes de invierno.

 

 

La actual empresa propietaria, informó que el volumen en ventas del ejercicio 2016 para el conjunto de sus marcas de deportes de invierno fue de unos 330 millones de dólares. Como vemos se ha cerrado la transacción por una cantidad ligeramente inferior al valor teórico de dichas compañías, más si tenemos presente que las ganancias limpias de estas empresas en su conjunto fueron de unos 25 millones de dólares. La operación debe materializarse a principios del tercer trimestre.

 

La compradora, Kohlberg & Co. es un potente grupo de inversión que durante más de 30 años se ha dedicado a adquirir empresas del mercado medio, para crear valor en ellas y venderlas al cabo de unos años por una cantidad superior. De todas maneras aunque a primera vista parezca un mal negocio para las marcas del mundo de la nieve, hay que tener presente que algunas de ellas eran difíciles de vender y los interesados tampoco hacían cola en las oficinas de Newell, sin olvidar las “sombrías” declaraciones del presidente de Newell, Michael Polk diciendo que podrían cerrar marcas si no encontraban comprador con el objetivo de racionalizar su cartera.
 

 

 

 

La idea de que esas marcas podrían ser abandonadas era desconcertante para la industria de los deportes de nieve. K2 y Völkl en particular, son pesos pesados que controlan cerca de un tercio del mercado del esquí alpino de los Estados Unidos, unos 260 millones de dólares en facturación en 2016. Polk sugirió que se iba a deshacer de los activos en la primera mitad de 2017, dando un plazo muy corto para vender algunas de las marcas más icónicas de esquí y creando una gran incertidumbre en ellas.

 

Estos cambios de propiedad para estas marcas es algo bastante habitual en su historia y no ha tenido porque afectar a la calidad de sus productos. Es el caso de K2 o Völkl, quienes han cambiado de propiedad con relativa frecuencia a lo largo de su historia, en el caso de K2 hasta cinco veces desde su fundación en 1976 y por lo que respecta al a la marca de esquís de origen alemán Völkl, ha cambiado de dueño en cuatro ocasiones en los últimos 16 años.

 

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