El pasado domingo día 4 de agosto finalizó la temporada de esquí de verano en el glaciar de Tignes. Para gran disgusto de muchos, entre ellos del ayuntamiento de Tignes que hubiera querido prolongar la temporada para los esquiadores durante quince días más. Pero el coste de mantener los remontes mecánicos en marcha ha sido definitivo para decidir no prolongar la temporada.

Última bajada el domingo en mangas de camisa. Fuente imagen alpes.france3.fr

Desde ayer lunes el glaciar está oficialmente cerrado. Solo la gente a pie podrá disfrutarlo. Este año la temporada se cierra con mucha pena. Las excepcionales condiciones del glaciar debido a un invierno con abundantes precipitaciones y a una primavera muy fresca, hubieran permitido prolongar la temporada hasta la tercera semana de agosto sin problemas, este era el deseo del gobierno local de Tignes.

Solamente por mantener abierto el teleférico de la Grande Motte,el gestor de los remontes mecánicos pedía una tarifa prohibitiva, alrededor de 130.000 euros por quince días más.

Una tarifa exorbitante para el pequeño municipio de Tignes aunque de promedio unos 500 esquiadores por día accedieran al glaciar durante este verano. Esta cifra es tres veces menos que hace diez años.

Debemos comentar que el funicular y el teleférico de La Grande Motte segurán abiertos para los peatones hasta el 31 de agosto.

Fuente noticia France 3 Alpes