Más que nada porque no pasa todos los días, afortunadamente, ya que la cosa da vértigo, nos hacemos eco de la última de las locuras que de cuando en cuando se le ocurre a algún ser humano. 

 

Ayer, 28 de mayo por la mañana, un grupo de amiguetes de Toulouse, los Highliners de Pyrenaline se subían sobre el telecabina del Pic du Midi en el Grand Tourmalet y se ponían a hacer equilibrios sobre los telecabinas de le Taoulet y el del Pic du Midi, distantes entre sí 25 m y a una altitud de 250m sobre el vacío como el que se pasea por la Gran Vía.

 

 

Concretamente, la hazaña era pasar de un telecabina a otro, distantes  en una suerte de funambulismo llamado slackline, que consiste en cruzar sin barra de equilibrio y fijados al cable tan solo por una correa flexible con la sola ayuda de unos arneses y un puñado de mosquetones. 

 

 

Los héroes "volatineros", que así se llamaban antaño los que ahora se dicen highliners, de Pyrenaline han sido Paul Gauchon y Gautier Bouchard que junto a unos compadres que los ayudaban y les hacían las fotos (Frederic Mairie) que ya andan dando la vuelta por las redes sociales, of course, han desafiado las alturas, no sabemos si por no tener que pagar el tícket de subida y bajada entre el telecabina de le Taoulet y el del Pic du Midi para disfrutar mientras tanto de las espectaculares vistas que se pueden apreciar desde allí.

 

 

Los muchachos, todo hay que decirlo, son especialistas en estas lides y ya dieron el espectáculo en la grandiosa plaza del Capitolio de la ciudad de Toulouse (Francia) en diciembre pasado rememorando la boda de unos artistas sobre el cable de acero en el año 1954 que quedó inmortalizada por el famoso fotógrafo Jean Dieuzaide, autor, entre otras muchas, de célebres imágenes de otro no menos surrealista, Salvador Dalí.

 

Al menos, en esta ocasión sabemos el porqué, en cuanto a lo del telecabina del Pic du Midi, solo intuimos que debe de tener algo que ver con su próxima apertura el sábado 30 de mayo para su temporada veraniega. ¿Peut être?