Fin de las noches de esquí e inicio del esquí de primavera. Así es la temporada en Masella. Apenas cierra uno de sus atractivos, la estación de la Cerdanya se saca otro de la chistera.

 

 

El fin del esquí cuando llega la noche no es casualidad, sino una decisión producto de la lógica a medida que el día avanza inexorablemente y más cuando en breve se realizará el cambio de hora.

 

 

Durante sus 23 noches de esquí, Masella ha sido la reina del esquí nocturno del Pirineo, con un total de 10 km esquiables, repartidos en 13 pistas y 6 remontes, con un desnivel de 420 m que recorren por dentro del bosque.

 

 

Una mini estación nocturna que se ha visto complementada con la oferta gastronómica típica de montaña (fundiciones, raclettes, etc.) en el Restaurante del Pla de Masella durante todos los sábados y festivos.

 

Y, también, con el Après-ski en el Möod Masella – Stern Motor – Taittinger, en la zona del Pla de Masella, en la que se ha celebrado la última sesión de música de tarde-noche.

 

 

Pero si bien se han terminado las noches para esquiar, ahora llega el esquí de primavera.

 

 

 

Además, con este pase se da un talonario de invitaciones para esquiar en otras estaciones de los Pirineos.

 

 

El clima mediterráneo de alta montaña suele regalar a Masella nevadas a partir de marzo, tal y como está pasando estas últimas jornadas en que ya ha terminado la inercia del anticiclón persistente de enero y febrero de este año y ha dejado un poco de nieve en todas las cotas del dominio esquiable.