La aglomeración de alpinistas cerca de la cumbre del Everest, la contribución del hacinamiento en la cima en el número de expedicionarios muertos -11 esta primavera- y la gran cantidad de residuos y heces acumulados en la montaña más alta del planeta han hecho reaccionar al Gobierno del Nepal, que ha propuesto nuevas reglas en la concesión de permisos para la escalada.

A partir de la próxima temporada, los escaladores deberán acreditar una experiencia mínima en alta montaña: haber escalado un pico a más de 6.500 metros, contratar un guía local y demostrar al menos tres años de experiencia en grandes altitudes en otros lugares antes de pisar el Everest, aunque no se concretan del todo los requisitos.

Otra medida requeriría que los miembros de la expedición demuestren que han pagado al menos 35.000 dólares. Este es una norma para desalentar las expediciones “low cost”, con ofertas comerciales que luego se han traducido en la falta de suministros, equipo de seguridad y seguro de rescate, en la montaña. El objetivo es que esta nueva reglamentación obligue a las expediciones comerciales a replantearse su estrategia y disuadir a los escaladores menos pudientes. 

Los cambios se presentarán ante el Parlamento de Nepal antes de la temporada de escalada de primavera de 2020. Las reglas actuales requieren que los escaladores presenten una copia de su pasaporte, una breve biografía y un certificado que demuestre que son lo suficientemente saludables como para alcanzar la cima.