La apertura este domingo de la frontera por parte de España no ha generado, al menos este primer día, el efecto llamada que sí tuvo la de Francia el 1 de junio. La entrada de visitantes ha sido muy modesta y la tranquilidad ha reinado en la frontera del río Runer tanto para entrar como para salir.

Las imágenes de colas de vehículos franceses en Pas de la Casa del 1 de junio, cuando se abrió la frontera con Andorra, contrastan con la de este domingo por la mañana en la frontera del río Runer.

España, que desde el 12 de junio ya permitía la entrada de andorranos, ha levantado este sábado a la medianoche las restricciones a suss ciudadanos de este país para salir al extranjero. Sólo mantiene cerrada la frontera con Portugal.

Las reservas en hoteles y apartamentos en Andorra para julio y agosto son bastante buenas y van en aumento después de sabarse que las fronteras vuelven a estar operativas.

En la poca afluencia de visitantes de este domingo puede haber influido el baile de fechas por parte de las autoridades españolas que siempre habían dicho que no abrirían fronteras hasta el 1 de julio y finalmente cambiaron de parecer y avanzaron la reapertura al 21 de junio, coincidiendo con el final del estado de alarma.

La normalidad ha sido absoluta desde primera hora en la frontera del río Runer. Estos últimos días se habían formado colas importantes de salida por parte de los andorranos, dado que la policía española paraba a todos los coches.

Uno de los puntos que más retenciones de tránsito de vehículos provocaba eran las obras del vial en Sant Julià de Lòria, ahora ya está operativo y se espera que esta variante ayude a reducir las habituales colas de entrada a Andorra.