Este miércoles 20 de enero es el día fijado por el Gobierno galo para decidir la apertura o no de las pistas y los remontes. El objetivo era que puedan estar operativas, al menos, durante el mes de febrero, cuando las distintas regiones francesas tienen fiesta precisamente para ir a la nieve.

 

Sin embargo, el pesimismo planea sobre el sector de la nieve y varios medios franceses -entre ellos el prestigioso Le Monde- informan que el Ejecutivo no se está moviendo hacia la reapertura de los remontes a principios de febrero, con vistas a las vacaciones escolares.

 

Este pesimismo lo constata el presidente de la Asociación Nacional de Alcaldes de Estaciones de Montaña (ANMSM) Jean-Luc Boch, en declaraciones a France 3: “hay pocas esperanzas" ante la cláusula de revisión establecida por el Primer Ministro el 20 de enero. "La salud se pone por delante de todo. Nos hemos vuelto locos en este país", explica el que es también alcalde de La Plagne Tarentaise. "A este ritmo, permanecerán en los libros de historia por haber hundido la montaña francesa".

 

Desde la cúpula del Estado, varias fuentes aseguran a los medios galos que la "situación de salud" no permite considerar la apertura. “Seguimos en un altiplano, con cerca de 20.000 casos de contagiados al día, y los servicios hospitalarios siguen bajo presión, por lo que debemos permanecer atentos”, advierte un asesor del ejecutivo.

 

Sobre las estaciones de esquí, "no se trata de priorizar las cuestiones económicas sobre las cuestiones de salud", confirmó el Primer Ministro, Jean Castex, el lunes por la noche, en el programa "C à vous", de France 5.
 

 

El mismo mediodía tuvo lugar un encuentro entre los principales actores de la montaña y el secretario de Estado de Turismo, Jean-Baptiste Lemoyne. Al final de esta entrevista por videoconferencia, el gobierno no se posicionó en ningún sentido: “Todas las posibilidades quedan sobre la mesa, incluida la de una temporada en blanco. Será muy caro”, advierte el electo. “Si pierde la montaña, pierde entre 250.000 y 300.000 puestos de trabajo directos e indirectos".

 

Mientras, los monitores de esquí organizaron este sábado un descenso con antorchas en varias estaciones de esquí de Francia. A través de esta movilización, los trabajadores de temporada esperan alertar al gobierno sobre la reapertura de los remontes, especialmente a medida que se acercan las vacaciones de invierno.