12 estaciones de España donde no volveremos a esquiar ¿Nunca más?

Doce estaciones de España dónde NO volveremos a esquiar. ¿Nunca más?

Pilonas en la parte superior del trazado del telecabina de Vallfosca Interllacs. (Foto: Marc Porta).

Vie, 04/08/2023 - 10:37
Viajamos a través del tiempo hasta La Tuca, Llessuí, Rasos de Peguera, Vallfosca Interllacs, La Mogorrita, Valcotos, El Golobar, Fuente Dé, Puerto de Tarna, El Morredero, Valle del Sol y Meseta Ski.
En su día fueron estaciones de esquí o quisieron serlo, pero ahora son poco más que edificios abandonados y telesillas o arrastres en desuso. Algunas de ellas vivieron días de éxito y esplendor, otras no cumplieron nunca el objetivo por el cual se levantaron y las que menos se quedaron en papel mojado incluso antes de ser una realidad.
 
Entre las que llegaron a funcionar, la mayoría fueron pequeñas, pero en todas se disfrutó de la nieve. Quizás hayas oído hablar de alguna de ellas, pero seguro que descubrirás otras que no conocías. Sí, nos referimos a las popularmente conocidas como estaciones de esquí fantasma.
 
En la Península hay, al menos y que tengamos conocimiento, un total de 12, a las que cabe sumar dos más que, tras un largo letargo, esta temporada recuperarán la actividad, aunque sea en otro formato o sólo en parte. Es el caso de Puyvalador y Puigmal, ambas en el lado francés del Pirineo.
 
Sin duda, los dos proyectos para sacarlas del ostracismo y recuperar el esquí en estas estaciones constituye una brizna de esperanza para las demás. Quién sabe si, en un futuro, y muy a pesar del cambio climático y otros factores, podremos volver a esquiar en ellas.
 
Folleto informativo de esquí en La Mogorrita.
 
1. La Mogorrita (Cuenca)
 
En el año 1972, el Ayuntamiento de Cuenca cedió el usufructo del refugio al Club de esquí Montes Universales. Esto fue clave para la ampliación y la mejora de los servicios de la pista de esquí que contaba con dos pequeños telesquís movidos por viejos motores de Land Rover. La instalación era muy rudimentaria, pero acogió hasta 500 personas esquiando.
 
 
Aunque funcionó durante tres décadas y el Club creció en socios, las instalaciones no podían dar cabida a la demanda y las inversiones necesarias para actualizarlas y mejorarlas eran demasiado costosas. Hubo planes, pero nunca llegaron a nada. En el 1992, el Club de esquí que había luchado por La Mogorrita se acabó desvinculando, después de más de 25 años promocionando el esquí en Cuenca.
 
Más información en el grupo de Facebook: Yo esquié en La Mogorrita.
 
Esquiadores en Valcotos a principios de los 80. (Fuente: Blog antoniocienciaynatura).
 
2. Valcotos (Madrid)
 
Valcotos fue una estación de esquí situada en la Sierra de Guadarrama, en el noroeste de la Comunidad de Madrid. Ocupaba la zona sur del actual Parque Natural de Peñalara, entre el circo de Peñalara y el puerto de Cotos. Esta estación de esquí se proyectó como una expansión de la estación del Puerto de Navacerrada, colapsada durante los fines de semana de los años 60. La gran desventaja de Valcotos era su orientación sur, algo que no se tuvo en cuenta en los copiosos años de nieve que coincidieron con su diseño y desarrollo.
 
Valcotos abrió sus puertas en el 1969 con un telesilla y un telesquí. En años posteriores se siguió desarrollando hasta llegar a tener nueve remontes mecánicos. En el 1986, empezó una crisis en la estación y además las nevadas de ese año fueron menos abundantes que las de las temporadas anteriores.
 
Plano de pistas de Valcotos de la temporada 87-88. (Fuente: Blog antoniocienciaynatura).
 
Asimismo, en 1990 se creó el Parque Natural de Peñalara que protegía gran parte de los terrenos de la estación de esquí. En el 1998, la Comunidad de Madrid se hizo cargo de Valcotos y en el 1999 se realizaron los trabajos de desmantelamiento de las instalaciones, la demolición de las construcciones y la retirada de todo el material y escombros acumulados en la finca.
 
Algunas de las pistas de la desaparecida estación de esquí se usan actualmente para practicar esquí de fondo.
 
Esquiadores de travesía en  El Golobar. (Fuente: Brasoñera.com)
 
3. El Golobar (Palencia)
 
La Collada de Golobar está situada en la frontera de Castilla y León con Cantabria. Allí se instalaron a finales de los años sesenta dos telesquís y un telebaby movidos por un motor de gas-oil que han sido utilizados durante distintas épocas, la última en los años noventa.
 
La zona de esquí discurre por el valle del río Camesa, quedando las pistas frente a la sierra de Hijar, frente al pico Cuesta Labra, en una zona que denomina “Loma”, con cotas entre 1.606 m. y 1.425 m.
 
Las instalaciones fueron finalmente desmanteladas en 2009 por la Junta Vecinal de la Brañosera.
 
Mapa de pistas de El Golobar. (Fuente: Brasoñera.com)
 
El proyecto incluía el Parador del Golobar que se terminó nunca de construir y hoy en día todavía existe el edificio (utilizado como refugio) esperando a ser terminado.
 
Últimamente se ha oído comentar que la Diputación Provincial estaba interesada en recuperar los remontes de esta mini-estación, lo cual sería un gran impulso para Brañosera y toda la comarca de la Montaña Palentina.
 
Más información en https://www.branosera.com/
 
 
4. Fuente Dé (Cantabria)
 
El valle de Fuente Dé, en pleno corazón de los Picos de Europa, cuenta con un teleférico que te sube a unos 1850 metros de altura. El teleférico se inauguró en 1966 junto con el Parador Nacional "Río Deva", cuando se pretendía convertir Fuente Dé en estación invernal, con sus correspondientes pistas de esquí. Se hablaba, incluso, de un segundo teleférico que subiría hasta el Pico de La Padiorna.
 
El domingo 17 de marzo de 1968, se inauguró oficialmente el primer telesquí de los Picos de Europa y el Refugio-Cafetería, construido en las proximidades de la estación superior del teleférico de Fuente Dé. Ambas obras fueron realizadas por la Diputación Provincial.
 
El telesquí contaba con una capacidad de 26 perchas y una potencia de arrastre de 48 caballos, proporcionados por un motor de fuel-oil. El trazado se consideraba ideal para principiantes por su poca pendiente.
 
Entonces, existía ya el proyecto de un segundo telesquí que se pensaba instalar en La Padiorna.
 
El telesquí, tras unos años de uso, dejó de interesar a CANTUR, la empresa de la Diputación encargada de su explotación y que también gestiona el teleférico y la estación de esquí de Alto Campoo. Tras unos cuantos años abandonado, el telesquí fue finalmente desmantelado a finales de la década de los 90.
 
Del Refugio-Cafetería, por su parte, se mantiene el edificio, si bien muy abandonado, habiendo perdido su función de cafetería desde hace décadas.
 
Más información en espinama.es
 
Esquí de montaña en el puerto de Tarna. (Foto: aartidiello.blogspot.com)
 
5. Puerto de Tarna (León)
 
En los años sesenta, el gobierno leonés decidió adentrarse en el mundo de la nieve y empezar a invertir en la estación de esquí de Pajares en la que su primer remonte fue instalado en el 1954, pero el director de la estación por aquel entonces -Jesús Suárez Valgrande- decidió no aceptar esos fondos.
 
Debido a ello, surgió la estación de San Isidro, ya que León decidió invertir dichos fondos en construir una estación propia en su territorio.
 
Al principio hubo el proyecto de crear dos estaciones de esquí, una en el puerto de San Isidro y otra en el puerto de Tarna; a pesar de que sería la primera la que se llevaría finalmente la inversión, el gobierno leonés no se olvidó del proyecto de Tarna, llegando a instalar en la zona dos remontes en lo alto del puerto. Finalmente, el proyecto de estación de Tarna quedó olvidado.
 
El puerto de Tarna o sus inmediaciones siempre fue uno de los lugares donde la gente iba a practicar el esquí, al principio fondo, y más adelante de montaña.
 
El Morredero en su época de esplendor. (Foto: Diario de León)
 
6. El Morredero (Ponferrada)
 
La estación de esquí del Morredero es un sueño que persiguen muchos bercianos ya desde los años 70. De hecho, se vio materializado a finales de los 80 gracias al tesón, trabajo y sacrificio de un puñado de pioneros que construyeron, gestionaron y conservaron, durante casi 20 años, unas instalaciones en las que esquiaron miles de personas y a las que venían los fines de semana autobuses llenos de gallegos, portugueses y turistas de casi todos los rincones.
 
Situada en el término municipal de Ponferrada y correspondiendo a las aldeas de Peñalba de Santiago y Bouzas, la estación de esquí llegó a tener un edificio, dos remontes, pistas con zonas desbrozadas y equipadas con paravientos y una gran plataforma pavimentada (explanada) que servía de zona de aparcamiento, casetas en lo alto de la ladera y casetas ubicadas en el inicio de los telesquís.
 
Su última remodelación se remonta al año 2002, cuando de su gestión se encargaba la Asociación de Amigos del Morredero.
 
Propuesta de ordenación para la futura estación del Morredero elaborada por el grupo Iceacsa en noviembre de 2012.
 
Tanto la estación de esquí como el Alto del Morredero tuvieron un auge de popularidad en el verano del año 1997 al terminar en ella una etapa de la Vuelta Ciclista a España.
 
Finalmente, la estación de El Morredero cerró en febrero de 2008, debido a que se estropeó su principal remonte y, por falta de recursos, no se pudo sustituir. Desde entonces, se lanzaron diferentes propuestas para reabrirla, pero ninguno ha llegado a buen puerto.
 
En diciembre de ese mismo año, por ejemplo, el Ayuntamiento presentó un plan para modernizar y ampliar las instalaciones, pero quedó paralizado, debido a su inviabilidad. El proyecto pasaba por renovar los remontes, con la instalación de algún telesilla, así como por ampliar la superficie esquiable hasta los 14 kilómetros de pista.
 
A posteriori, desde otros colectivos se instó a realizar una apertura más sencilla, con la instalación de algunos remontes para dar servicio a la actual superficie esquiable. De hecho, se llegó a licitar la colocación de una cinta de transporte de esquiadores. Sin embargo, no se llegó a un acuerdo definitivo. 
 
A pesar de ello y gracias a la plataforma el Morredero Existe y el Ecopark Morredero se mantiene allí la actividad de nieve con diversos módulos de freestyle.
 
Veremos que ocurre este invierno, después que el Ayuntamiento de Ponferrada haya aprobado desmantelar todos los remontes en desuso del Morredero.
 
Vall Fosca. Foto: Marc Porta
 
7. Vall Fosca Interllacs (Lleida)
 
Filià - La Vall Fosca es un caso único y excepcional de una gran estación de esquí abandonada que nunca llegó a funcionar: Espui (Pallars Jussà), donde Martinsa Fadesa se comprometió a construir la estación de esquí de Vallfosca Interllacs, en la montaña de Filià.
 
La inversión fue en su momento de 12 millones de euros y el ayuntamiento de La Torre de Capdella sigue esperando poder encontrar a algún inversor que permita seguir con las obras adelante. De momento eso parece tan solo un sueño.
 
Debía convertirse en un referente del sur de Europa como complejo de deportes, esquí y salud de alta montaña. Pero el proyecto, muy avanzado y a pocos meses de abrir, terminó desmoronándose.
 
Pero empecemos por el principio. Ya se empezó a hablar de este proyecto en los años 80 y desde entonces fue pasando por distintas fases, distintos promotores. Su inauguración estaba finalmente prevista para el 2007-2008, pero la crisis inmobiliaria y los esfuerzos de varios grupos ecologistas de parar el proyecto impidieron que la construcción de la estación siguiera adelante.
 
La estación contaría con 9 telesillas, además de un teleférico de 3 kilómetros de longitud -entre Espui y las 13 pistas de esquí-, 40 km de trazados proyectados sobre mapas (cotas 1.800 a 2.600), red de nieve producida con el correspondiente lago, un complejo hotelero y 99 apartamentos al pie de pistas y todo sin coches a la vista. Así tenía que ser el resort Vallfosca Interllacs.
 
Se contemplaba la posibilidad de que la nueva estación se pudiera unir a la vecina Boí-Taüll, ofreciendo un total 3.400 hectáreas dedicadas a los deportes de nieve. Además, 18 Km de itinerarios de esquí fuera de pistas y un circuito de fondo de 12 km. Para evitar la masificación de las pistas la empresa había previsto limitar el acceso a la estación a 4.500 esquiadores al día.
 
Hoy en día sigue a medio construir, con esqueletos de hormigón y grandes infraestructuras a medio acabar, cada día más deteriorado y con la esperanza de que se termine algún día.
 
 
 
 
8. La Tuca (Lleida)
 
En la Val d’Aran aún en la actualidad puedes topar con el óxido de La Tuca. La estación permaneció abierta 15 años y desapareció por problemas económicos.
 
En folletos turísticos del 1971 de la Vall d'Aran La Tuca ya se menciona como proyecto de estación esquí y para la cual se están instalando los remontes mecánicos. Sin embargo, su inauguración no fue hasta el 1974, cuando abrió con dos telesillas, tres telesquís y un telebaby.
 
En los años siguientes, se siguieron instalando y reubicando remontes, aunque después de varias etapas y problemas económicos, la segunda estación de la Val d'Aran acabó cerrando en el 1989.
 
Durante un tiempo hubo rumores de su reapertura y en 2009 se presentó un proyecto supeditado a la construcción de más de medio millar de pisos en Betren, al pie del telesilla de acceso a las pistas de la Tuca. Finalmente, la Comisión Territorial de Urbanismo de Val d'Aran lo declaró caducado, al no haberse realizado ningún trámite desde entonces para su ejecución.
 
Otra propuesta, mucho más reciente y junto con Baqueira Beret, consistía en reabrir La Tuca como "parque de verano".
 
La mayoría de sus instalaciones abandonadas han sido retiradas, pero algunos esqueletos de los edificios y remontes de la Tuca permanecen en la montaña.
 
Foto. Pako Crestas
 
9. Llesuí (Lleida)
 
Una de las estaciones fantasma más míticas de nuestros Pirineos es la de Llessuí, que se cerró hace más de 33 años.
 
La estación de Llessuí fue inaugurada en el 1966 con una cota mínima de 1.445 y una cota máxima de 2.430 m, pero no contaba con la mejor ubicación y el clima era bastante inclemente, el viento siempre fue su mayor problema, ya que solía llevarse la mayor parte de la nieve de las pistas.
 
Debido a la falta de nieve y problemas financieros, Llessuí cerró sus puertas en el 1987.
 
No hay intenciones de reabrir la estación, y sus antiguas instalaciones ya son solo hogar de algunos animales. Es por eso, que el antiguo personal de Llessuí aboga por la retirada de esos edificios y telesillas, reducidos a las ruinas.
 
En ocasiones se acumulan grandes cantidades de nieve virgen en esos silenciosas valles y algunos amantes de la montaña se acercan para esquiar bajo las sillas abandonadas.
 
Valle den Sol en la década de los 80, cuando estaba en pleno auge. Foto Ricardo Ordóñez (Ical)
 
10. Valle del Sol (Burgos)
 
La estación de esquí del Valle del Sol está situada en las faldas del pico Mencilla, en el término municipal de Pineda de la Sierra, comarca de la Sierra de la Demanda, al noreste de la provincia de Burgos.
 
Valle del Sol empezó a funcionar en 1975 con un telebaby y dos telesquís. Hasta el 1999 se abrió de forma regular durante toda la temporada de invierno.
 
En este período, muchos burgaleses aprendieron a esquiar y a disfrutar de la nieve a tan solo 50 kilómetros de distancia de la capital. Eran frecuentes los autobuses de estudiantes y militares, que se acercaban a Valle del Sol para iniciarse y practicar el esquí.
 
Del 1999 al 2005 solo se ponían en marcha los remontes de forma esporádica y cuando la cantidad de nieve y la afluencia de gente eran considerables.
 
En 2005 se produjo el cierre definitivo de la estación, en parte motivado por la obsolescencia de las instalaciones de la pista y por la falta de nieve, pues no existía ningún elemento que permitiera la buena conservación de la nieve acumulada. Solo contaban con una máquina pisa pistas para optimizar la conservación de la nieve y está también quedó obsoleta.
 
La estación, cuya cota mínima es de 1.500 metros y la máxima alcanza los 1.820 metros, funcionaba con tres remontes: un telebaby, que permitía subir a los esquiadores los primeros metros de la pista, hasta llegar a los dos telesquís, situados uno a cada lado de la pista (uno movido por un motor eléctrico y el otro con motor diésel).
 
A través de ellos se podía ascender hasta la parte más elevada de la pista de esquí. La pista tenía, aproximadamente, un área esquiable de 1,5 km², lo que la convertía en una estación de dimensiones reducidas, pensada, sobre todo, para aprender a esquiar.
 
Valle del Sol cuenta con un albergue turístico superior, propiedad de la Diputación Provincial de Burgos y gestionado por una empresa privada, que oferta servicio de alojamiento en habitaciones de capacidad múltiple, servicio de restaurante y bar.
 
En la actualidad, su uso está limitado a actividades de ocio y educación ambiental, pese a que en invierno sigue atrayendo a un número considerable de amantes de la nieve, que no dudan en deslizarse por la pista con plásticos o trineos, o pasear por las inmediaciones con raquetas de nieve.
 
Meseta Ski. Fuente snowflex.com
 
11. Meseta Ski (Valladolid)
 
Meseta Ski es el nombre de la pista de esquí seco que proyectó la Diputación de Valladolid en la pedanía Villavieja del Cerro, con un presupuesto inicial de 4 millones de euros que se disparó hasta los 12 y que hoy está desmantelada por orden judicial, al haberse construido en un monte quemado.
 
La pista fue el proyecto estrella de la institución provincial desde el año 2006, pero la errática gestión de las obras y las distintas sentencias judiciales que subrayaban su ilegalidad, lo convirtieron en un derroche de dinero del que no se han derivado responsabilidades políticas.
 
La pista nunca funcionó, pero nadie dimitió por ello ni por los 12 millones despilfarrados.
 
Todo comenzó en el año 2006 cuando la Diputación Provincial de Valladolid decide impulsar el proyecto de construcción de una pista de esquí seco en un cerro de esta pequeña localidad de 100 habitantes. Sería un complejo deportivo de turismo familiar, donde además de la pista de esquí habría: una escuela de esquí, aparcamientos para 100 coches, una tienda de regalos, servicios de hostelería y alojamiento y una pista de hielo entre otras instalaciones.
 
Se pretendían crear 34 empleos directos y las previsiones para el primer año se situaban en los 40.000 visitantes. Esta localidad eminentemente agrícola ha visto reducida su población en las últimas décadas, migrando sus vecinos a localidades cercanas como Tordesillas.
 
Meseta Ski pretendía dar un impulso que facilitara el desarrollo económico y social de Villavieja del Cerro.
 
En 2007, Ecologistas en Acción denuncia las irregularidades en la construcción: errores en la concesión de las licencias ambientales, falta de licencias y lo más importante, la construcción de esta pista se realiza sobre terrenos que habían sufrido un incendio en 1999.
 
Comienza aquí un periodo de litigios con 13 sentencias favorables a Ecologistas en Acción. En un último intento por sacar adelante el proyecto, la Junta de Castilla y León crea una ley para legalizar Meseta Ski alegando «interés regional». Pero en octubre de este mismo año el Tribunal Constitucional declara anticonstitucional dicha ley.
 
Con ello se dan por finalizados los «intentos» de llevar a cabo Meseta Ski. La Diputación pretende volver a invertir para reconvertir el proyecto, intentando aprovechar las instalaciones que no es necesario derribar y crear Meseta Sport, un centro de turismo activo para los jóvenes ya no tan orientado al esquí.
 
Al final, todo lo edificado acabó desmontándose para restituir la legalidad de acuerdo con las sentencias. El juzgado que ordenó su desmantelamiento dio por ejecutada la sentencia en enero de 2018.
 
Pista de esquí abandonada en Rasos de Peguera. (Valentí Moré Ribera / VMR)
 
12. Rasos de Peguera (Barcelona)
 
Rasos de Peguera y Coll de Pal fueron durante los años 80 y 90 del siglo pasado las dos áreas que la comarca del Berguedà podía lucir como espacios esquiables. Eran, de alguna manera, la tarjeta de presentación de esa comarca como territorio de deportes de invierno. Con remontes, claro.
 
Desgraciadamente las dos zonas terminaron por cerrar instalaciones por falta de viabilidad, aunque Coll de Pal ha vuelto abrir con sus remontes integrados en el dominio de La Molina.
 
Rasos de Peguera está situada a unos 15 kilómetros de Berga, en el municipio barcelonés de Castellar del Riu y cuenta con una altitud de 1.894 metros en la cota baja y 2.077 metros en la cota alta. Fue el primer lugar de Catalunya donde se practicó esquí, en concreto, en el año 1908", según cuenta en un reportaje fotográfico titulado “Rasos de Peguera, la estación de esquí olvidada” de Valentí Moré Ribera publicado en La Vanguardia.
 
“En el año 1975 se inauguró la estación con dos disciplinas: esquí alpino y nórdico”, destaca el autor. “Todo el material: esquís, piolets, raquetas y trineos vinieron de la casa Staub de Zurich”, recuerda.
 
Al inicio de la temporada 2004-2005, la empresa Rasos de Peguera S.A. anunciaba, a través de un comunicado, que cerraban sus instalaciones tras varias temporadas en números rojos.
 
Sin cañones de nieve, nevadas escasas y una cota alta relativamente baja, Rasos ofrecía pocos días de temporada. Tenía cinco telesquís, tienda, cafetería-restaurante y escuela de esquí.
 
En el año 2010 la estación se reabrió como parque de nieve. Rasos de Peguera se caracteriza por su cercanía a Barcelona (1 h. 20’ en coche aproximadamente). De hecho, se publicita como “la estación de esquí de Barcelona”.
 
En la actualidad, ofrece esquí de montaña (skimo), raquetas de nieve, foodtruck en el parking los fines de semana, actividades guiadas y dos circuitos señalizados para raquetas, siendo un lugar muy popular para tocar nieve por su cercania con Barcelona.
 
26 novembre 2021

Imatges d'avui divendres 26 de novembre 2021.

Publicado por Rasos de Peguera en Viernes, 26 de noviembre de 2021

 
 
 
Más información en: La Vanguardia-Rasos de Peguera
 

Nota: Cualquier aviso sobre una inexactitud o apunte sobre estas antiguas estaciones sera bien recibo por el autor. Apuntes a info@lugaresdenieve.com

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