Las siete joyas de la Cerdanya, ¡descúbrelas!

Las siete joyas de la Cerdanya, ¡descúbrelas!

Llac de Puigcerdà. Foto autor Carles Rusiñol

Dom, 11/08/2019 - 09:37
Siete visitas atractivas y variadas que deberías conocer si tu destino de fin de semana o vacaciones es la Cerdanya.
Este es el encargo del artículo que me proponen: escoger siete lugares en la comarca cerdana lo que conlleva hacer malabarismos al límite de lo imposible ya que la Cerdanya atesora espacios únicos de gran belleza natural y ofrece un amplio abanico de posibles lugares para ver y disfrutar: paisajes, naturaleza, arquitectura, historia… 
 
Me podéis acompañar en mi selección de siete imprescindibles en esta emblemática comarca, pero ya aviso que seguro tendré que escribir más reportajes para detallar el sinfín de lugares que merecen la pena visitarse en mi querida Cerdanya.
 
 
La Tosa
1.- La Tosa (2.536 m)
 
Vamos a empezar nuestro recorrido en lo alto. Con una visita a más de 2.500 metros de altura sobre el nivel del mar.
 
Visitamos la Tosa o el Pedró dels Quatre Batlles -ya que confluyen en su zona más alta cuatro municipios como son Das, Urús, Alp y Bagà, en el Berguedà-. La Tosa -hay quién llama esta cima con el nombre de la Tosa d’Alp, pero no es ese su nombre oficial- ejerce su magnificencia sobre la comarca. Las vistas desde este punto son de una gran belleza y la vista se pierde hasta las cimas de su entorno y más allá. La gracia de la visita a la Tosa es que es accesible casi para todos.
 
Aquellos que están en buena forma y tengan ganas de hacer una buena excursión matutina pueden iniciar el ascenso por diferentes puntos. Vamos a recomendar uno de ellos. Nos situamos en Alp y tomamos la carretera que lleva a la estación de esquí de Masella. Ya en este punto, por otra carretera a la derecha subiremos a la Coma Oriola, donde aparcaremos el vehículo. La ruta de ascenso está señalizada y tiene un nivel fácil. Son algo más de 600 metros de desnivel. Hay que calcular una hora larga para llegar a la cima. Arriba, a pocos metros de la Tosa está el refugio del Niu de l’Aliga, abierto todo el año. Pero, para los menos preparados o para los que se han levantado algo tarde, siempre tienen la posibilidad de acercarse a la estación de esquí de La Molina desde donde parte el telecabina Cadí-Moixerò, que los subirá hasta la cima. Para los que quieran caminar un poco, hay una estación intermedia que los deja a 20 minutos de la cota más alta.
 
Y si estás pensando en compaginar tu visita con una escapada a la nieve, no te pierdas las ofertas que proponen los expertos en nieve, Estiber.com.
 
 
Llívia. Autor Jordi Pardinilla
 
2.- Llívia (1.224 m)
 
Llívia, una visita obligatoria. Pueden pasar allí una jornada interesante especialmente a los que les gusta y disfrutan de la historia.
 
Desde el Patronato de Turismo de Llívia se organizan visitas a los monumentos y los restos de otras épocas que se encuentran en este municipio catalán que, como saben, tiene la peculiaridad de encontrarse dentro del territorio administrativo francés. Le llaman el enclave y ya, por este hecho, agradece ser visitado; es enclave dentro de Francia (alta Cerdanya), como consecuencia de los acuerdos establecidos en el Tratado de los Pirineos (año 1659).
 
La Llívia actual se halla a los pies de su castillo, una fortificación en ruinas que está siendo objeto de múltiples restauraciones y gracias a las cuáles se ha recuperado parte de las murallas que ponen de manifiesto la magnitud de esta fortificación. En el casco antiguo, la torre Bernat de So y la iglesia son testigos de su pasado medieval. 
 
Pero mucho antes, en la historia de Llívia, los romanos ya la eligieron como capital y es por ello que se han hallado numerosos restos arqueológicos que lo evidencian. Los últimos trabajos arqueológicos han puesto al descubierto un fórum romano lo que convierte el yacimiento único en todo el Pirineo. Pasar el día en Llívia les permitirá también visitar el Museu Municipal y el espacio habilitado en su interior que alberga la Farmacia Esteva, una de las más antiguas de Europa y probablemente fundada en el siglo XV. Una joya.
En este caso, llegar a la localidad lo haremos en vehículo desde Puigcerdà, por la carretera que se halla justo en la antigua aduana. No tiene pérdida. Podemos estacionar el coche en el aparcamiento municipal que se halla justo detrás de la iglesia. Desde este punto, el Ayuntamiento y la oficina de turismo de hallan a pocos metros. Por cierto. Para comer o hacer un descanso en la visita, y coger fuerzas para proseguir a la tarde, están en el lugar adecuado. Muchos restaurantes, de cocina variada y de sobrada calidad.
 
 
La Barrraca dels Esparvers. Crédito autor J. Abella
 
3.- El valle de la Llosa
 
Descubriremos un valle aún salvaje, un lugar recóndito y con buenos paisajes donde destacan los lagos de la Muga.
 
Este itinerario es altamente recomendable por el hecho que vamos a atravesar un valle aún salvaje, nada urbanizado y menos masificado, totalmente rodeado de naturaleza y donde se pueden contemplar, por ejemplo, los lagos de la Muga. El valle de la Llosa era utilizado hace unos años atrás por contrabandistas y bandoleros. Las rutas que cruzan este valle también fueron utilizadas en su día por los labradores que pasaban a Andorra. Y también los arrieros que transportaban el hierro que se extraía de la mina situada en el Pimorent.
 
Si buscan un lugar en Catalunya, recóndito, ese es el valle de la Llosa que recorre el río que lleva ese nombre; el río nace en el pico d’Engaït, en la sierra de la Esquella y la Portella Blanca de Andorra. El valle pertenece al municipio de Lles de Cerdanya. Una excursión por la zona, una de las más habituales, podría tener su punto de inicio des de Cal Jan de la Llosa, que se halla a unos 1.600 metros de altura. Para llegar a ese punto, en coche, se debe llegar a Martinet y coger la carretera que sube a Lles de Cerdanya y, luego, dirección a Viliella. En este punto, una pista forestal nos conduce a Can Jan de la Llosa. También se puede llegar a Viliella desde Prullans y Ardóvol.
 
Desde Cal Jan de la Llosa nos dirigiremos a Prat Xiuxirà, a poco más de 2.000 metros de altura. Estamos hablando de una excursión de poco más de dos horas. Si se quiere llegar a la Barrraca dels Esparvers, unas dos horas y media. Una ruta fácil, sin complicación. Ida y vuelta, cabe calcular unas 4 horas y pico de ruta. Una mañana muy provechosa.
 
 
Camí de Sant Jaume. Autor Jordi Pardinilla
 
4.- Camino de Santiago (Camí de Sant Jaume) a su paso por la comarca
 
Este gran itinerario de peregrinos atraviesa la Cerdanya de este a oeste siguiendo el camino real. Descúbrelo en esta escapada, que tanto se puede hacer a pie, en bicicleta o a caballo.
 
Parte desde Llívia y nos lleva casi al otro extremo de la comarca, a Bellver de Cerdanya. Sigue paralelo al cauce del río Segre. En su trayecto se descubren parajes y lugares de máxima tranquilidad y rincones únicos como la zona de Santa Maria de Quadres.
 
 
Este camino se puede hacer en familia, a pie o en bicicleta. Son casi 20 kilómetros con tan solo 240 metros de desnivel. Muy llana y apta para todos. Como hemos dicho, arranca en Llívia y nos conduce a Ur, Puigcerdà, Guils de Cerdanya, Bolvir, Ger, Isòvol y Bellver de Cerdanya.
 
Camí de Sant Jaume
 
5.- Conjunto de iglesias y ermitas románicas
 
Os proponemos descubrir algunas de las pequeñas joyas del románico que atesora la Cerdanya.
 
Para los amantes del románico, esta comarca tiene auténticas joyas. No pueden dejar de visitar algunas de las muchas iglesias entre la baja y la alta Cerdanya. En la alta Cerdanya, en julio y agosto, si se ponen en contacto con la oficina de turismo en Sallaigouse, podrán hacer esas visitas gratuitas acompañados del profesor Jean Louis Blanchon, autor de diferentes artículos y libros al respecto.
 
En la baja Cerdanya, las ermitas e iglesias románicas son muchas: visitas a las iglesias de la solana cerdana como son las de Olopte, All i Saga, en Isòvol i Ger. Otras que destacaríamos serían Santa María deTalló, Sant Andreu de Baltarga o Sant Julià de Pedra, todas en Bellver de Cerdanya o Sant Esteve de Guils de Cerdanya, por citar solo algunas.
 
Iglesia de Santa Maria d'All. Autor Jordi Contijoch Boada
 
6.- Isòvol, Bolvir i Puigcerdà
 
Es el turno de hacer una ruta variada por tres municipios de la Cerdanya finalizando en la guinda del pastel, Puigcerdà.
 
Esta ruta la haremos en vehículo, siguiendo la N-260 Eje Pirenaico, entre Isòvol y Puigcerdà. En esta última población, dejaremos el coche en cualquier parking público, para recorrer su casco antiguo y zonas turísticas a pie.
 
¿Por qué en Isòvol empezamos este circuito? Pues porqué en esta localidad, a las afueras de su núcleo de All, se encuentra una zona interesantísima desde el punto de vista geológico: Esterregalls d’Olopte – All. Probablemente es uno de los ejemplos más impresionantes de badlands en Catalunya y tiene el valor añadido que es el último testigo de lo que queda de las explotaciones de lignito que se realizaron en la Cerdanya, en su pasado.
 
Después de Isovòl, nos acercaremos al Espai Ceretània, en Bolvir. L’Espai Ceretània es el centro de difusión del patrimonio arqueológico del Castellot de Bolvir, uno de los pocos poblados ibéricos localizados en el Pirineo. A fecha actual, se ha excavado solo el 20-30% de la superficie total del yacimiento.
 
Lago de Puigcerdà. Foto Pixabay Joan Nadal
 
 
Finalmente, después de estas dos visitas obligadas que podríamos realizar a primeras horas de la mañana, nos desplazamos a Puigcerdà, capital de comarca, con múltiples servicios y actividad cultural y de ocio para todos.
 
Si nos situamos en la plaza de Santa Maria de Puigcerdà, punto neurálgico de la localidad, nos encontramos que en la base del campanario de la antigua iglesia hay el punto de información turística; servicio amable y profesional, con información completa no sólo de la ciudad sino del resto de la comarca. Por cierto, subirse a lo alto del campanario podría ser nuestra primera actividad en Puigcerdà. ¿Las vistas? Impresionantes.
 
La ciudad ofrece multitud de posibilidades. Destacamos el Estany de Puigcerdà y el parque Schierbeck; probablemente, el espacio más fotografiado de la Cerdanya. Su aire bucólico y su ambiente apacible lo catapultan como escenario de fotografías y selfies, en verano o en invierno. En el Museu Cerdà, tienen una exposición permanente de la Casa Cerdana, absolutamente recomendable, donde uno se puede hacer la idea del estilo de vida de las familias cerdanas en los siglos XIX y XX. 
 
Lagos de Engorgs. Autor Jordi Pardinilla
 
Existe unos itinerarios que se llaman “Petjades culturals”, que te permite recorrer los espacios y los edificios más emblemáticos de la ciudad. Durante la ruta se encuentra información de los mismos.
 
La plaza del Ayuntamiento (otro espacio del que no se irán sin hacer o hacerse una fotografía), la plaza Cabrinetty, el Casino Ceretà, el Convento de Sant Domènec, la plaza del Call. Y así, sucesivamente. Y, desde este verano, se puede ver l’Ull de Basílisc o Pou de Glaç, construido en el siglo XIV-XV, como depósito de agua per asegurar el abastecimiento del núcleo antiguo. 
 
El Puigpedrós. Fuente Wikipedia
 
7.- El Puigpedrós (2.915 m)
 
Empezamos este reportaje a 2.500 metros de altura, en la Tosa. Y vamos a terminarlo al otro extremo del valle. No podemos dejar de recomendarles el ascenso a la cima más alta de la Cerdanya y de las comarcas de Girona, el Puigpedrós. Es, para los habituados a la montaña, una cima de muy fácil acceso a la que se llega sin ningún problema ya que no hay que escalar para llegar a lo alto. Evidentemente, hay subida y repechos con desnivel importante. Así, no es recomendable para las personas que no estén algo preparadas físicamente o habituadas a las excursiones en montaña. Estamos hablando de 2.915 metros.
 
Su ascenso, desde la zona de Malniu, nos permite rodear la cima (nos quedará a nuestra derecha). A la llegada a la base del Refugi d’Engorgs, aproximadamente, se inicia la parte del ascenso más pronunciado hasta la cima. Durante el ascenso, si paran para coger algo de aire, a sus espaldas, podrán contemplar la belleza de los lagos d’Engorgs (les dejamos una imagen de uno de nuestros ascensos más recientes).
 
La histórica comarca de Cerdaña (en catalán La Cerdanya, en francés Cerdagne, en latín Ceritania) es un territorio, que como consecuencia del Tratado de los Pirineos de 1659, entre el Reino de España y el Reino de Francia, por el cual España cedió a Francia 33 pueblos de la parte norte cerdana, quedó dividido en dos: la comarca de la Alta Cerdanya, que forma parte de los Pirineos Orientales, es decir, los territorios administrados por Francia, y la Baja Cerdanya, que forma parte de España, dentro de la Comunidad Autónoma de Catalunya. La comarca limita con Andorra, el Ariège, el Capcir (parte de la Cerdanya cuando se dividió), el Conflent, el Ripollés, el Berguedá y el Alt Urgell. Se cedieron todos los pueblos de la Alta Cerdanya menos la población de Llívia a causa de que ostenta el título de villa; por esta razón Llívia es un enclave de España en Francia. Fuente Vikipedia. Pulsa para ampliar el mapa. Propiedad de la imagen infomapas.com
Nos pidieron siete actividades para realizar en la Cerdanya, ineludibles a nuestro modo de ver, y les hemos recomendado estas. Hagan lo que hagan, si están pensando en dar cuenta de algunas de ellas en vacaciones, no se olviden de este par de consejos: crema solar, agua y no estaría de más algún tipo de sombrero o gorra.Y buenas vacaciones.
 
Más información: Cerdanya.org
 
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