El de Salt Lake City llegaba a Grandvalira con un palmarés de lujo tras conseguir la medalla de oro en los XGames del 2013 y la plata en los XGames del 2014. Williams tenía una ronda ganadora en mente y la puso en práctica a la perfección con el fin de llevarse la victoria frente a sus rivales deportivos provenientes de EE.UU., Canadá, Finlandia, Argentina, Austria, Reino Unido, Andorra y España.