Los equipos de rescate trabajan a destajo en Hemu, una pintoresca zona de esquí ubicada en la región noroccidental china de Xinjiang, para atender a los alrededor de 1.000 turistas se encuentran varados debido a una serie de avalanchas que han bloqueado las carreteras de acceso.

 

 

Las fuertes nevadas, que han persistido en ciertas áreas durante los últimos 10 días, provocaron decenas de avalanchas a lo largo de las extensas secciones de carreteras en las montañas de Altay que conducen a la zona de Kanas.

 

Los heridos están siendo trasladados en helicópteros militares, mientras se envían alimentos y combustible por vía aérea.

 

La magnitud de las avalanchas ha sido extraordinaria, con la nieve acumulándose hasta 7 metros en algunas áreas.

 

Los trabajos para despejar los 50 kilómetros de carretera enterrada comenzaron hace una semana, pero se han visto obstaculizados por la presencia de rocas, escombros y ramas de árboles mezclados con la nieve, haciendo ineficaces los vehículos quitanieves rotativos. Los rescatistas han tenido que recurrir a palas y excavadoras para abrirse paso.

 

 

Además de las dificultades en la remoción de nieve, las condiciones climáticas cambiantes en la zona montañosa han reducido las ventanas de oportunidad para llevar a cabo operaciones de suministro.

 

Las autoridades de gestión de carreteras en Altay han movilizado a 53 personas y 31 conjuntos de maquinaria y equipo para las labores de rescate y socorro. Zhao Jinsheng, jefe de la oficina de gestión de carreteras, describió la situación como "relativamente especial", destacando la frecuencia inusualmente alta de avalanchas en la región.

 

Aunque se ha logrado despejar una carretera que conecta la población de Hemu con las vías principales, se espera que los trabajos de limpieza de nieve continúen durante algún tiempo debido al volumen significativo de nieve en los últimos 4 kilómetros de carretera afectados por la avalancha.