Grandvalira invierte 100 millones de euros en 10 años y entra en la élite de las estaciones de esquí

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Sáb, 05/04/2014 - 09:07

Grandvalira está de celebración, la unión del dominio cumple diez años, y las cifras demuestran que fue una gran idea. En sólo una década de vida la estación ha invertido cerca de 100 millones de euros y se ha situado entre las 16 más visitadas del mundo

Grandvalira sopló las velas para celebrar la primera década de vida de la unión de los dos grandes dominios. Pero hablemos de números y de historia, corta pero intensa de este gran proyecto. Cuando todavía quedan más de dos semanas para la fecha prevista de cierre de la temporada 2013-2014, Grandvalira se acerca ya a las cifras de asistencia de la campaña anterior, en la que el dominio estuvo abierto hasta 150 días y hubo casi 1,5 millones de visitantes.

100 millones en inversiones en 10 años

La estación, fruto de la unión de los sectores de Soldeu-El Tarter y Pas de la Casa-Grau Roig, festejó orgullosa haberse convertido en un referente del sector del esquí y la más grande del sur de Europa. El balance en cifras de estos primeros diez años de trabajo conjunto, tal y como detalló la directora general del campo de nieve, Nuria Tarré, así lo avalan: más de 100 millones de euros en inversiones -40 de ellos en pistas y remontes , 9,8 millones en innivación y 6 millones en tecnologías de la información y la comunicación-y 17 millones más de visitantes, "si sumamos 1, 5 millones de este año", detalló.

En sólo una década de vida la estación ha invertido cerca de 100 millones de euros y se ha situado entre las 16 más visitadas del mundo

Entre 2003 y 2013 han sido aproximadamente de 100 millones de euros, 8,7 de ellos corresponden a esta temporada 2013-2014. Destacan partidas como los 40 millones de inversión en pistas y remontadores, los 9,8 millones en la red de innivación o los 6 millones en tecnologías de la información y comunicación. Además, en este repaso cabe destacar otra cifra importante para Grandvalira, como son los cerca de 1.200 trabajadores por temporada, sin duda uno de sus activos más valiosos.

Desde que en 2003 se unieron en una sola estación los sectores de Pas de la Casa-Grau Roig y Soldeu-El Tarter, Grandvalira ha crecido a un ritmo imparable. A pesar de que España aporta todavía más del 50% de los clientes, su internacionalización ha sido imparable y otros países europeos como Rusia, Reino Unido o Francia suponen ya cerca del 40% de los visitantes de la estación. En este sentido, los grandes eventos deportivos celebrados en Grandvalira durante los últimos años, como por ejemplo la Copa del Mundo de esquí alpino de 2012, o las Finales de la Copa de Europa de este mismo año, han sido clave para dar a conocer el dominio fuera de las fronteras andorranas.

El pacto secreto que gestó la creación de Grandvalira

Una misión "top secret". Son las palabras con las que recordó José Mandicó cómo se gestó una unión entre dos grandes rivales. El proceso de Grandvalira fue rápido y, sobre todo, muy discreto. Tanto que ni siquiera tres días antes de firmar el acuerdo de fusión, al jefe de Gobierno de la época, Marc Forné, le vino todo por sorpresa cuando se le informó. "Se quedó muy parado cuando le fuimos a presentar el proyecto porque recordó que en Andorra todo se acaba sabiendo tarde o temprano y que no había oído antes ni una palabra", recordaba. El planteamiento y la ejecución para alcanzar el pacto también se hizo de forma agil. Seis meses de trabajo y listos. "Recuerdo el día que el Francisco Viladomat me propuso la idea de unir las estaciones. Me dijo 'ahora es el momento. Dejemos trabajar a los que saben'. Y así fue ", añadió.

El pacto de fusión, inesperado e insólito, se recibió con reticencia por parte de ciertos sectores que quizás no entendían que "tal como evoluciona el mundo del esquí lo que necesitan son kilómetros de pista". También se vio con mucho miedo, especialmente por parte de los trabajadores, que entendían que la unión podía derivar en unos despidos que no llegaron. Dificilmente se puede separar este matrimonio de éxito, lo único que queda es esperar a las bodas de plata. Enhorabuena Grandvalira.