El equipo organizativo de las finales de la Copa del Mundo de esquí alpino, que se celebran en Grandvalira del 13 al 19 de marzo de 2023, ha dado a conocer la campaña de comunicación de una de las mayores citas deportivas este invierno.

 

 

 

Las finales de la Copa del Mundo que se correrán en las pistas Avet y Àliga de los sectores de Soldeu y El Tarter son el primer gran evento bajo el paraguas de Grandvalira Resorts, una apuesta clara del Gobierno de Andorra y la antesala para empezar a preparar la candidatura para acoger los Mundiales de 2029.

 

 

Por ello, se ha dividido en tres fases y se quiere poner el acento, en esta primera, al vestir al país de un sentimiento de orgullo y pertenencia en un evento mundial de esta magnitud.

 

 

La campaña de marketing quiere volver a ilusionar a toda Andorra, pero también llegar a públicos de todas partes apasionados por el deporte blanco. Y lo hace con el objetivo de "despertar el sentimiento de orgullo de la población de Andorra, invitándola a mantener el alto nivel de implicación y participación que siempre ha demostrado", tal y como ha explicado el director de marketing de las Finales, David Ledesma, que ha sido el encargado de presentar la gráfica y el spot promocional ante un público que ha llenado la sala de los Cines Illa Carlemany.

 

Spot promocional de la campaña

 

En la presentación, esta mañana, de la estrategia de comunicación, el director general de Grandvalira ENSISA y director del Comité Ejecutivo de las Finales de la Copa del Mundo, David Hidalgo, ha explicado la importancia que representa para el país "organizar por segunda vez una competición que sólo es superada en relevancia por los Juegos Olímpicos de invierno o por unos Campeonatos del Mundo”.

 

Precisamente, ha recordado "dentro de sólo 150 días, las Finales deben permitir continuar sembrando la semilla para obtener el aval definitivo y conseguir el objetivo marcado para 2029: convertir Andorra en la sede de los Campeonatos del Mundo".

 

 

Según Hidalgo, las finales pueden, además, “resultar un pilar turístico para la temporada que, de momento, se espera buena”.

 

 

La presentación no ha estado al margen de la crisis energética que atraviesa toda Europa y que, en Grandvalira, “es un problema que preocupa”, a pesar de lo cual no se ha querido avanzar ninguna medida para hacerle frente.

 

 

En 2019, el último año que se acogió las finales de la Copa del Mundo de esquí, "fue casi redondo", ha señalado Hidalgo. Sin embargo, hay aspectos que se quieren mejorar. Para ello se instalarán nuevos espacios para los esquiadores y habrá algunos cambios operativos y logísticos, "que no se ven".