Noviembre, el mes de la cuenta atrás en las estaciones de esquí

Cañones nieve en prueba en Espot

Poniendo a prueba los cañones de nieve en la estación de Espot (Skipallars)

Dom, 05/11/2017 - 07:18
Desglosamos las 10 tareas que las estaciones de esquí se reservan para activar durante el mes de noviembre antes de la apertura

Menos de treinta días para abrir la temporada y primeros anuncios que llega frío y nieve para el fin de semana. Todos los esquiadores a la expectativa por si ya se podrá empezar la temporada pronto y en buenas condiciones.

Son días en los que todo el mundo en el sector de la nieve está pendiente de previsiones meteorológicas, revisando el material de esquí, la ropa, pidiendo hora en nuestro taller de confianza para cambiar los neumáticos de verano en el coche por los de invierno, empezando a buscar piso para alquilar, consultando ofertas para esquiar por el puente de la Purísima... El sector se pone en marcha. Pero ¿Y las estaciones? ¿Cómo viven estos días previos a la apertura? Pues os lo contamos en este artículo, porque en los días previos al inicio de temporada el trabajo se incrementa y se acelera el ritmo.

Dentro de las oficinas la actividad se vive con intensidad. Los teléfonos en las mesas de despacho de los diferentes departamentos (comercial, reservas, dirección, laboral, concesiones, venta de pases de temporada anticipados ...) sacan humo, las consultas de los correos electrónicos que envían clientes, hoteleros, escuelas, grupos organizados y tantos otros se multiplican, las reuniones de trabajo encadenan una con la otra día si día también y, lo más importante, cada cambio, por pequeño que pueda ser en las previsiones meteorológicas, se analiza y se calculan las consecuencias con detalle.

En el exterior, el grueso importante del mantenimiento de las instalaciones ya se ha terminado en verano y parte del otoño, pero para noviembre todavía quedan por hacer algunas tareas que aquí os contamos.

1 • Pruebas de carga a los telesillas

En verano los telesillas y telesquís se revisan, se repara lo que sea necesario y, en su caso, se limpia y se hace la puesta a punto en el tema eléctrico y mecánico. Es cuando llega finales de octubre o principios de noviembre hay que hacer las pruebas definitivas de velocidad, parada, carga y puesta en marcha del motor de emergencia. Las cargas pueden ser bidones o bolsas que se llenan de agua con el peso equivalente al mismo número de personas que pueda transportar cada silla. En el caso de los remontes no hay que hacer prueba de carga, ya que el esquiador está en contacto con el suelo, o mejor matizado con la nieve.

2 • Cañones en marcha

En cuanto a los cañones de nieve, en primavera se desmonta todo el sistema de mangueras que unen los depósitos de agua con el cañón. En verano lo que se hace es montar todo de nuevo, se revisan las arquetas, las válvulas, los compresores y se hacen pruebas de carga de las tuberías para comprobar que no haya ninguna fuga. Cuando llega el mes de octubre se realizan las pruebas de funcionamiento, que simulan que las sondas de temperatura han bajado hasta los -6 o los -10 ° C. Y cuando llega noviembre se ponen en marcha. El objetivo es que a partir de la segunda quincena, si hace frío, ya se puedan poner a producir.

3 • Instalación de redes

Cuando se acaba la temporada de nieve las redes de protección son retiradas o plegadas. Uno de los principales enemigos para la conservación de las redes es el sol, que las deteriora y decolora. Cuando llega el mes de octubre y noviembre se deben volver a colocar antes de que llegue la nieve, para así quedar enterradas en su parte inferior cuando la nieve cubra las pistas. Y cuidado, porque estamos hablando de kilómetros de redes que hay que tensar, en especial en las pistas de competición o en trazados que pasan junto a barrancos o taludes descubiertos de vegetación.

4 • Colchones de protección

La instalación de colchones protectores, que se instalan para a minimizar las consecuencias de un impacto, también se empieza a hacer en noviembre, sobre todo en la segunda quincena. Van destinadas a pilonas cercanas a pistas, cañones de nieve, árboles y tramos concretos de paravientos.

5 • Reposición de paravientos

Todas las estaciones de esquí tienen, en especial en las pistas altas descubiertas de bosque, paravientos de madera. Son las típicas hileras de maderas posicionadas en vertical o en horizontal que se instalan en los laterales de las pistas para proteger la nieve del viento. Los paravientos hacen la función de acumuladores de nieve pero a menudo el mismo peso de la nieve y la fuerza del viento los abaten, y por ello hay que enderezarlos. Otras veces el hecho de que después de una gran nevada puedan quedar literalmente enterrados en la nieve puede provocar que alguna máquina pisanieves no los detecte y acabe dañándolos. También porque son de madera, normalmente de castaño, y con el paso de los años van perdiendo cuerpo y espesor y hay que renovarlos.

6 • Repintado de aparcamientos

La lluvia, la nieve, el frío y el paso constante de vehículos por los aparcamientos de una estación de esquí en invierno hacen que las señales horizontales de delimitación de las plazas de estacionamiento acaben desapareciendo. Repintarlos es una de las tareas necesarias antes de abrir la estación en cuanto lleguen las primeras nieves y con ellas los esquiadores.

7 • Señalización y balizas en pistas

Es evidente que todos los esquiadores nos gusta tener bien identificada por qué pista esquiamos, sobre todo en días de niebla. Saber si bajamos por una pista azul o negra, o si la pista bautizada con tal o cual nombre es la que nos permitirá devolver al aparcamiento donde tenemos nuestro vehículo es un requisito básico para no encontrarnos con una sorpresa desagradable. Los días previos a la apertura de pistas es necesario reponer las señalizaciones verticales, rótulos o balizas que durante el invierno pasado hayan sido tumbados por el viento o por alguna máquina pisanieves.

8 • Revisión de motores, equipamientos hidráulicos y provisión de sal

Poner en marcha motores y repasar dispositivos hidráulicos en máquinas pisanieves, tractoras con palas quitanieves y motos de nieve: todo se debe supervisar y poner a punto después de meses en los que, muy posiblemente, los vehículos han sido aparcados en un garaje. Son tareas claves para que cuando llegue la nieve nada falle y todo el personal esté en su lugar trabajando con los medios adecuados.

También es momento de revisar el material sanitario o los explosivos antialudes que el servicio de pisteros utilizará en una temporada que está a las puertas de empezar. Y finalmente cargar los depósitos sal para usar si es necesario en los accesos o en las zonas de estacionamiento.

9 • Contratación del personal laboral

Sin operarios y trabajadores una estación de esquí no funcionaría. Estudiar detenidamente los CV que la estación de esquí ha ido recibiendo en las últimas semanas es una tarea que también a menudo se hace durante los meses de octubre y primeras semanas de noviembre. Es en este momento cuando los trabajos temporales del verano finalizan en la costa y también cuando el grueso de trabajadores que hace doble temporada de nieve vuelven del hemisferio sur.

10 • Publicidad, ferias y presentaciones

Y el último trabajo. Para el mes de noviembre quedan las últimas tareas de promoción, a menudo delicadas y estratégicas. Llega el momento en que la estación de esquí contrate publicidad, asista a ferias sectoriales y se ponga fecha a las presentaciones.

Las estaciones de esquí ultiman estos días sus campañas de publicidad en medios de comunicación. Años atrás esta cuestión quedaba resuelta muy a menudo de una temporada para otra, pero actualmente se espera para activarlo en el último momento, en el mes de noviembre. Las estaciones saben que si la nieve y el frío llegan pronto, a principios de noviembre, posiblemente se pueden ahorrar buena parte de la inversión en publicidad (o gasto, según qué departamento lo valore). No hay nada mejor que ver montañas y valles de blanco consistente para que los clientes lleguen sin pensarlo dos veces y sin esfuerzos publicitarios.

La asistencia a ferias es también una tarea de promoción y difusión que conviene hacerlas cuando el clima ya ha cambiado y empieza a ser fresco. Programar o asistir a una feria o un salón cuándo todavía se viste de verano sirve para muy poco, así que casi todas quedan programadas para última semana de octubre o para el mes de noviembre.

Y ya para terminar queda atar las presentaciones, estos eventos destinados a profesionales del sector (hoteleros, agencias de viajes, medios de comunicación, clubes...) en los que se anuncian las posibles novedades que presenta cada estación para la nueva temporada, así como las fechas de apertura o la publicación oficial de tarifas. ¡Empieza la cuenta atrás!

Por cierto, y vosotros, lugareños: ¿ya lo tenéis todo a punto?
 

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