El Pirineo de Lleida abre en invierno más allá de la nieve

El Pirineo de Lleida abre en invierno más allá de la nieve

La estación de Port del Comte de noche. (Foto: Ricard Badia)

Thu, 29/12/2022 - 20:12
Sus estaciones son el principal reclamo durante estas fechas, pero su oferta es extensa y variada, con actividades tanto para los que esquían como para los que no.
En esta época del año, todo en Lleida gira alrededor del esquí y la nieve del Pirineo, así como de los diferentes valores que aportan la cultura, la naturaleza, la gastronomía y las múltiples manifestaciones lúdicas que acoge el conjunto de la demarcación durante la temporada de invierno.
 
Alejada de grandes focos urbanos, las comarcas de la Alta Ribagorça, el Pallars Jussà, el Pallars Sobirà, el Alt Urgell, el Solsonès, la Cerdanya y la Val d’Aran tienen una idiosincrasia propia que las hace únicas, con el paisaje y la tradición como principales baluartes.
 
Sus estaciones son un destino de nieve de referencia y un motor económico, pero se ha desarrollado un modelo de vida y ocio con multitud de servicios y actividades tanto para los que esquían como para los que no.
 
Baqueira Beret. (Foto: Javier Alonso)
 
El Pirineo de Lleida sigue siendo sinónimo del mejor esquí de la Península -lo eligen una cuarta parte de los esquiadores españoles- y su oferta es impresionante: 11 estaciones de esquí que ofrecen 505 km esquiables, con 247 pistas de alpino y numerosos itinerarios de nórdico, 108.353 pasajeros/hora, 79 remontes, 170 km de pistas innivadas con 1.494 cañones - el 58% de la superficie de pistas- y más de 900 monitores.
 
Baqueira Beret (Val d’Aran), Boí Taüll (Alta Ribagorça), Port del Comte (Solsonès), Tavascan, Espot Esquí y Port Ainé (Pallars Sobirà) son la razón de ser el esquí alpino. Entre todas suman más de 350 kilómetros de dominio esquiable.
 
Boí Taüll. (Foto: Iolanda Sebé)
 
Los refugios del Pirineo se esconden entre bosques y montañas como lugar de bienvenida para los amantes del esquí nórdico.
 
Agrupadas bajo la marca Tot NòrdicSant Joan de l’Erm y Tuixent-La Vansa (Alt Urgell), Virós-Vallferrera y Tavascan (Pallars Sobirà), Aransa y Lles de Cerdanya (Cerdanya), suman cerca de 150 kilómetros de circuitos de esquí de fondo, a los que hay que añadir los más de veinte que aportan Beret y Tavascan.
 
Son números que sitúan al Pirineo de Lleida como uno de los destinos más importantes del conjunto del Estado español, así como a nivel internacional, para practicar el esquí alpino y el nórdico y disfrutar del amplio abanico de actividades complementarias para disfrutar de la nieve y la naturaleza.
 
La oferta complementaria del Pirineo de Lleida está integrada por 137 empresas especializadas en los deportes de invierno, que permiten a los visitantes divertirse con la nieve y la naturaleza en libertad y con las mejores garantías.
 
Familia en trineo en Lles. (Foto: Oriol Clavera)
 
Entre las actividades que se pueden practicar en torno a la nieve y las estaciones de esquí destacan los cursos de esquí alpino, nórdico y telemark que imparten las diferentes escuelas de esquí, raquetas de nieve, trineos de perros, excursiones y paseos en caballo, motos de nieve con excursiones diurnas y nocturnas, patinaje sobre nieve, construcción de iglúes, esquí extremo, esquí de montaña, snowbikes, randonnée, freeride, splitboard, snowboard, quads, BTT, orientación, escalada en hielo, rutas fotográficas, circuitos inclusivos, biatlón y visualización de fauna y excursiones para disfrutar de la nieve y la naturaleza.
 
Además, los complejos invernales ofrecen numerosas actividades relacionadas con el turismo familiar, que incluyen clases especiales de esquí para los más pequeños, parques infantiles en las pistas, parques lúdicos y de aventura para todas las edades o actividades de divulgación del espacio natural del entorno de las estaciones.
 
Este año, las cinco estaciones de esquí nórdico de Lleida estrenan cinco itinerarios ecoturísticos. Estas rutas, que durante el invierno se pueden hacer con raquetas y amplían la oferta complementaria del esquí.
 
Parc Nacional d'Aigüestortes i Estany de Sant Maurici. (Foto: Oriol Clavera)
 
Algunas están concebidas para divulgar la fauna y la flora y otras dan a conocer la vida y las tradiciones de la zona como los pastos, los aprovechamientos silvícolas, las antiguas rutas de comunicación o el encanto de sus pueblos.
 
El patrimonio natural es uno de los activos más icónicos de la zona y las visitas e itinerarios por el Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici, el único parque nacional de Catalunya, el Parque Natural del Alt Pirineu y el Parque Natural del Cadí-Moixeró son actividades más que recomendables. Sin duda, lugares fantásticos para todo tipo de público, pero sobre todo para el turismo familiar.
 
 
Iglesia de Sant Climent de Taüll, nevada. (Foto: Francesc Tur)
 
Sin olvidar su sorprendente riqueza cultural, empezando por los monumentos románicos d' Aran, el Pallars Sobirà, sobre todo la Vall de Boí –el conjunto de iglesias fue declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO–, y terminando por la cultura gastronómica, basada en productos de la tierra de gran calidad cuya producción y elaboración se extiende más allà del Pirineo de Lleida, como la carne, los embutidos, el queso, la fruta y las hortalizas, el aceite de oliva, el vino o los licores artesanales.
La riqueza gastronómica puede constatarse en las numerosas manifestaciones (jornadas, muestras, ferias, etc.) que proliferan por todo el territorio a lo largo del año, y también en invierno.
Distintos municipios cuentan también con centros termales aprovechando aguas sulfurosas y de la montaña, tal como se hacía dos mil años atrás. Algunos ejemplos se encuentran en los balnearios de Caldes de Boí, los Banhs de Tredòs, las aguas termales de Arties, las termas de Les, el balneario de Sant Vicenç o también fuera del Pirineo el balneario Iberik Rocallaura en Vallbona de les Monges, en la comarca del Urgell.
 
A esta gran oferta de esquí y de actividades en torno a la nieve debe añadirse un amplio surtido de alojamientos, que suman más de 26.000 plazas entre hoteles, casas de turismo rural, apartamentos turísticos y plazas de camping (principalmente bungalows en esta época del año), al margen de las segundas residencias.
 
El Pirineo de Lleida es un territorio para descubrir con la familia, pequeños y mayores.
 
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