Después de tres décadas de batallas legales, la Nación Ktunaxa aprovechó la herramienta de conservación más nueva de Canadá para proteger las tierras indígenas y del oso pardo.

 

Jumbo Glacier Resort ha estado en proceso durante casi 30 años. La estación de esquí que se proyectó tenía más de 60 km2 de terreno esquiable y 1.500 metros de desnivel y ha pasado todo este tiempo en batallas legales que llegaron hasta la Corte Suprema de Canadá.

 

 

Ubicada en un área conocida como Qat'mak, la región se considera un lugar sagrado para la gente local de las Primeras Naciones Ktunaxa. También se encuentra en un corredor de hábitat crítico conocido por su población de osos grizzly. Desde 1991, grupos ambientalistas y la Nación Ktunaxa -un consejo tribal compuesto por cuatro pueblos indígenas- han estado tratando de evitar que la estación de esquí se construya.

 

 

En un acto radical de protección en el ámbito de paisaje, el gobierno canadiense y Nature Conservancy de Canadá, actuando en nombre de la Nación Ktunaxa, junto con un grupo de financiadores privados que incluyen a la compañía de ropa Patagonia, adquirieron todas las tenencias de Glacier Resorts Ltd. , la empresa de desarrollo de la estación de esquí.

 

El proyecto de la Megaestación canadiense Jumbo Glacier herido de muerte. Más info

 

A partir de ahora, el área de 700 km2 estará de nuevo a cargo de la administración y conservación de la tierra, lo que supone una enorme victoria ambiental. Los próximos pasos incluirán definir los límites de la región protegida y determinar el acceso. Aunque todavía no se encuentran en este nivel de detalle, se espera que los esquiadores de travesía sigan siendo permitidos en el área de Jumbo Glacier.

 

"Nos han dicho aquellos que son expertos que este es un lugar de importancia espiritual", dice Kathryn Teneese, presidenta del Consejo de la Nación Ktunaxa. "Es un lugar especial, y queríamos asegurarnos de que continuará existiendo".