Guillem Sadurní: conductor de pisanieves durante 12 meses al año

Guillem Sadurní: conductor de pisanieves durante 12 meses al año

Guillem Sadurní en la pisanieves de Caviahue (Foto: Ivan Sanz).

Lun, 30/04/2018 - 15:50
Entrevista a fondo con Guillem Sadurní, conductor de pisanieves en las estaciones de Vallnord Arcalís, Vall de Núria y la argentina Caviahue.
Una sola estación climática: la de invierno. Dos continentes: Europa y América. Tres estaciones de esquí: Arcalís, Caviahue y Vall de Núria. Así es como podríamos resumir la vida del último año y medio de Guillem Sadurní, más conocido como "Satur".
 
Este vecino de Ripoll de sólo 29 años hace 5 temporadas que trabaja como conductor de pisanieves. El verano pasado nos explicó qué diferencias hay a la hora de pisar pistas entre Vall de Núria, en el Pirineo gerundense, y Caviahue, en los Andes argentinos. Y hace sólo unos días tuvimos la suerte de poder preguntarle cómo le ha ido la temporada por Arcalís, en el Pirineo andorrano. Este es el resultado de una entrevista realizada en dos fases, entre dos continentes, y todo ello pocas semanas antes de partir de nuevo hacia Sudamérica para hacer lo que, en el sector de la nieve, se conoce como la doble temporada.


Guillem Sadurní pisando pistas en Caviahue (Foto: Ivan Sanz).

Guillem: ¿Cómo, cuándo y por qué te introdujiste en el mundo de las pisanieves ?
Pues mira, trabajé de shaper en el snowpark de La Molina y en ese trabajo tenía contacto a menudo con las pisanieves. En alguna ocasión me había subido para dar indicaciones al maquinista y eso hizo que me quedara atrapado gratamente por los trabajos que hacían. A partir de ahí todo vino muy rodado. Hice un curso de formación de la ACEM la temporada 2014-15, en Baqueira, y después de unas prácticas en La Molina, un año más tarde, me ofrecí a Vall de Núria para hacer el trabajo. Me contrataron. Primero empecé por las zonas bajas y luego, a medida que ganaba práctica, me empezaron a confiar el trabajo de las pistas altas.

¿Cómo y cuándo aparece la oportunidad de hacer la doble temporada e ir a pisar a Caviahue, en los Andes argentinos?
La oportunidad apareció con Toni Domingo, director de la escuela de esquí de Caviahue, que también es de Ripoll, como yo. Fue él mismo quien me dijo que sabía que en Caviahue necesitaban y buscaban un maquinista. Luego me lo comentó y me preguntó que me parecía. Le contesté que sí, que me interesaba el trabajo. No me lo pensé dos veces, para mí era una manera de seguir progresando y cogiendo práctica con la máquina.

Y la oportunidad de pisar en Arcalís ¿Cómo surgió ?
Pues fue un tema personal, de querer mejorar y buscar cosas nuevas. Salir de la zona confort siempre es bueno, aunque por mi trabajo es complicado conocer una estación de esquí y más todavía de noche. Desde Argentina enviaba currículos a las estaciones y, ya se sabe, quien busca termina encontrando. Y así fue.


Guillem Sadurní des de la pisanieves, con quien compartimos un turno de trabajo a su lado (Foto: Ivan Sanz).

En el caso de Caviahue ¿ Cómo es eso de pisar nieve bajo la falda de un volcán en activo (Copahue 2.977 m) que a menudo suelta cenizas y vapores ?
Pues te condiciona en muchas cosas. La primera es que es muy impactante ver que la montaña está viva. La segunda es que de un día para otro te puedes encontrar que el volcán te puede teñir la nieve de color gris. Cuando sucede esto tienes que volver a pisar y remover la nieve, porque si no los esquís no se deslizan. Otra cuestión es que eso afecta a la máquina, y te encuentras que los filtros de aire o los del aceite se acaban llenando de ceniza. Incluso el día que escupe mucha ceniza te encuentras con la sensación de boca seca. Como si te comieras arena. Ahora bien, este ha sido el primer año que nos hemos encontrado con esta situación, porque en los dos últimos años eso no había pasado.
 
¿Cuáles son las diferencias entre trabajar en Argentina y en Europa?
Hombre... en Caviahue a veces tienes la sensación de que estás viviendo como 20 años atrás. En cuanto a las estaciones de esquí, en Argentina hay menos recursos y, si un día no todas las pistas han sido pisadas, pues no pasa nada. O si acabas el trabajo más tarde de la cuenta, o si se abren los remontes media hora más tarde, tampoco pasa nada. Y esto en el Pirineo, por decir algo, sería impensable.
 
Y con la nieve ¿Qué diferencias hay entre el Pirineo y los Andes?
Pues básicamente dos. La primera es que aquí en Caviahue sólo hay 4 cañones de nieve en toda la estación, o sea, que como mucho te encontrarás un día con 4 montículos de nieve para mover y pisar. Nada que ver con Núria donde todo es nieve producida. Y después, que aquí en los Andes la nieve, en general, es más fácil de trabajar, porque es más seca y ligera que en el Pirineo, donde es más densa y cuesta más de mover. En Caviahue sólo se vive de la nieve natural y, si no nieva, no hay temporada, que es lo que ocurrió hace un año, cuando la temporada fue muy corta porque casi no nevó. Nada que ver con esta temporada (junio, julio, agosto y septiembre de 2017), que está resultando muy buena, con nieve desde el principio y con nevadas regulares, con una media de hasta 3,5 metros de nieve.


Esquiando por Caviahue con Guillem Sadurní y su compañero de pisanieves Léo Duf, quién también hace la doble temporada entre Caviahue y Gourette (Foto: Ivan Sanz).

¿Y qué diferencias has encontrado a la hora de pisar las pistas entre Arcalís y Vall de Núria?
La diferencia más clara es que en Andorra tienen muy claro de qué viven y cualquier tema o imprevisto se resuelve en el momento. La otra es que Arcalís es únicamente una estación de esquí, en cambio en Vall de Núria hay más clientes aparte de los esquiadores, hay otros tipos de turistas, lo que hace que a veces las inversiones y los trabajos no sólo estén pensadas para el esquiador, sino que hay que pensar en otro tipo de actividades y turistas.

En Núria, en Caviahue o en Arcalis…. ¿Te has encontrado en alguna situación comprometida a la hora de pisar pistas?
En todas me he encontrado en situaciones complicadas y con malos ratos. Siempre estás pendiente de la temperatura para trabajar y a veces la nieve está tan blanda que ni subes ni bajas, pero si consigues bajar lo haces como un rayo. Por suerte todavía no he usado el recurso de la red de seguridad, ¡ja, ja, ja!

En Núria, teniendo presente que hay alguna pista estrecha y con pendiente sí que en alguna ocasión me he encontrado con que la máquina se iba. En Caviahue me he encontrado con que limpiando alguna cornisa y retirando grandes cantidades de nieve al final, yo mismo con la máquina, he acabado provocando algún alud.

De un continente a otro y máquina arriba y abajo en la soledad de la noche. Parece un trabajo un poco para solitarios...
(Se ríe), hombre, es un trabajo entretenido, que vas todo el día para arriba y para abajo con la máquina, como lo harías circulando de noche solo por una autopista, y sí, es cierto que, si no eres persona acostumbrada a la soledad, lo puedes pasar mal.

¿Y cómo pasas el rato dentro de la máquina para que no sea tan solitario? ¿Pones música, la radio?
Tampoco es solitario del todo, de entrada, siempre estamos en contacto vía radio con los otros compañeros que pisan. Normalmente te pones la música que a ti te gusta, o tal vez las noticias, incluso algún podcast con tertulias de programas deportivos.
 
En tu perfil de Instagram hemos visto fotografías preciosas de la puesta o la salida de sol...
Es una de las ventajas de los horarios de este trabajo, y es que siempre estás en el momento preciso, con aquella luz especial que te proporciona el sol cuando se pone, o cuando sale, y que tiñe la nieve de color naranja. Más en Caviahue, con el reflejo del lago, que da mucho juego para captar fotografías espectaculares.
 
Trabajar de noche también tiene sus sorpresas. En Núria tengo entendido que fuiste de los primeros testigos en ver el lobo solitario que vive en el Pirineo oriental.
Sí, es cierto. Fue al principio de empezar a pisar a la estación, sobre todo en la zona del Parque Lúdico, que era de los primeros trabajos que me encomendaron. Se sabía que el lobo estaba, pero nadie la había visto todavía y muchos no lo creían, hasta que llegó el día que yo lo vi con mis propios ojos. Me sentí un privilegiado, porque para mí fue bonito de verlo, aunque sólo fuera unos instantes. Era un ejemplar joven y era muy evidente que lo era.


Una de las muchas capturas que "Satur" puede hacer durante su turno de trabajo, en este caso en Arcalís.

¿Queda algún puma en los Andes?
Yo al puma no lo he visto nunca, porque es un animal muy prudente que se aleja del hombre, aunque en la zona de Caviahue parece que se han visto huellas.

Sea en los Pirineos o en los Andes ¿Recibes muchas felicitaciones por el trabajo de pisar? ¿Qué piensas de las críticas que hacen algunos clientes?
En Argentina, en general, el cliente no suele decir nada, y si no dice nada significa que no se queja y entiendes que el trabajo habrá resultado bien. Pero a veces sí que te hacen llegar las críticas y en positivo. De todas formas, yo lo veo de otra manera y entiendo que estoy haciendo un trabajo gracias al cual sé que al día siguiente mucha gente lo pasará bien y podrá esquiar a gusto gracias al pisado de pistas. Y te llena de verdad saber que hay gente que aprenderá a esquiar o que te agradecerán inconscientemente el trabajo que tú has hecho unas horas antes. Lo que me molesta es cuando te llega una crítica que te viene de esquiadores que no saben de qué hablan. Hacen críticas sin saber lo que cuesta hacer ese trabajo o no pueden entender que un día el pisado de pistas tenga un resultado diferente de otro, aunque lo haya hecho el mismo conductor y la misma máquina. A ver, que también es verdad que en alguna ocasión el resultado quizás no es bueno, y que eso puede haber sido por mi culpa. Porque podría ser que ese día estuviera haciendo el pisado demasiado rápido o no hubiera repartido bien la nieve. Pero a veces he escuchado críticas que son por motivos que no están en absoluto justificados.

¿Cuál es la pista más complicada de trabajar en Núria, en Caviahue y en Arcalís?
En Núria lo es la Pala, porque es muy empinada, debe hacerse con cable y lleva su tiempo. En Caviahue pienso que es la 14 y su muro. Tiene la dificultad que es estrecha, hay una cornisa donde se acumula mucha nieve y resulta complicada de trabajar. Hay tanta nieve acumulada que no sabes ni qué hacer con ella. En Arcalís la pista más complicada es la Portella del Mig. Es una pista larga y con una anchura que en algunos tramos requiere 12 pasadas, pero sobre todo es complicado su primer muro de salida, muy largo.

Muy personal

¿Cuando y donde empezaste a esquiar?
Sería en 1991, en Vall de Núria, cuando tenía 3 años.
 
¿Cuál es tu estación de referencia?
Es la Molina, porque realmente es la estación donde aprendí y progresé, donde hacía cursillos, etc. Mi padre llevaba el Club Esquí Ripoll y muy a menudo íbamos a esquiar a La Molina.
 
¿Cuáles son las pistas que más te gustan de Vall de Núria, Caviahue y Arcalís?
De Caviahue me gusta especialmente el Cañadón.
De Vall de Núria la Pala Boja, supongo que para que el primer día que la vi bajar pensé que, si bajaba aquello, lo bajaría todo, ha, ha, ha!
 
¿Qué te molesta más a la hora de esquiar: el viento o la niebla?
El viento.
 
¿Lo que más te gusta y lo que menos de tu trabajo?
Lo mejor es que tengo horas para esquiar. Lo peor son los horarios, el trabajar de madrugada.
 
¿Qué les dirías a los lectores de esta entrevista?
Que en la vida tienes que confiar en los sueños y perseguirlos, porque a veces se cumplen. Esto es lo que me ha pasado a mí. Un día soñé que llevaría máquinas de estas y lo he conseguido, en el Pirineo y en la otra punta del mundo, en los Andes.

 

 

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