Se dice que el esquí es más fácil de aprender, pero más difícil de dominar, mientras que el snowboard es más difícil de aprender, pero más fácil de dominar.

 

En general, esto es cierto, pero te acercamos a los factores que contribuyen a este dicho.

 

 

 

Para los principiantes, las caídas son más comunes y puede llevar algún tiempo acostumbrarse a las sensaciones de deslizamiento y equilibrio en una sola tabla.

 

En el esquí, los principiantes pueden encontrar más fácil mantener el equilibrio inicialmente, ya que los esquís brindan una mayor base de apoyo.

 

 

 

 

Es mucho más difícil aprender a coordinar dos extensiones de piernas en lugar de una, por lo que es más fácil aprender a usar una tabla de snowboard que los esquís.

 

Controlar tus movimientos bajando por una pista es más fácil cuando todo funciona en conjunto. Tener que coordinar tus movimientos en dos esquís separados puede provocar problemas de equilibrio y muchas caídas. Sin embargo, esquiar se vuelve más fácil después de la fase inicial de aprendizaje.

 

Los snowboarders caen mucho más sobre sus nalgas a medida que aprenden a girar. Los esquiadores tienen la ventaja de poder controlar su velocidad y dirección juntando las puntas de sus esquís en forma de cuña.

 

Equipo
 

 

El equipo de snowboard es mucho más fácil de transportar y caminar que el equipo de esquí. Las botas de snowboard son simplemente versiones más grandes de zapatos, y una sola tabla de snowboard es liviana y llevadera.

 

Los esquís son pesados y difíciles de transportar, y caminar por el parking con botas de esquí cuando está helado puede ser más difícil incluso que esquiar.

 

 

 

Los esquiadores tienen ventaja cuando se trata de usar telesillas y telesquís. Los snowboarders deben desabrocharse la fijación trasera y coordinar el empuje de sus tablas en ángulos incómodos. Generalmente, el embarque y desembarque hasta que estás listo para descender por la pista es mucho más rápido en el esquí.

 

 

 

Debido a que estás mirando hacia adelante, esquiar es la forma más natural de ir cuesta abajo. El snowboard requiere más habilidad porque debes cambiar el ángulo de tu cara con cada giro.

 

Los esquiadores también tienen una ventaja en superficies planas porque pueden impulsarse hacia adelante usando bastones de esquí. Los snowboarders deben saltar hacia adelante para ganar impulso.

 

No hay que olvidar de mencionar que, en caso de pistas verdes o zonas de enlace planas, los snowboarders se quedan totalmente detenidos y les es muy difícil circular, algo que en el caso del esquiador, gracias a los bastones y a la técnicas del paso del esquiador, pueden moverse con mayor facilidad.

 

 

 

En cuanto a las lesiones de esquí, los esquiadores tienden a sufrir más desgaste en las rodillas, mientras que los practicantes de snowboard suelen sufrir lesiones en las muñecas, los hombros y los tobillos como consecuencia de las caídas.

 

 

 

Estas diferencias son relativas y no aplican a todos por igual. Algunas personas pueden encontrar el snowboard más natural y fácil de aprender, mientras que otras pueden preferir el esquí. Al final, la dificultad depende de las habilidades individuales, la dedicación, la práctica y la experiencia de cada persona.