Quedarse sin las finales de Copa del Mundo masculina y femenina no hará desalentar a Grandvalira ni la Federación Andorrana de Esquí (FAE). En el congreso de Barcelona de la FIS, celebrado la pasada semana, era una lucha de David contra Goliat. Delante había dos grandes estaciones con las federaciones respectivas detrás, y con una fuerte influencia en los pasillos y despachos del máximo organismo internacional. A partir de ahora, la candidatura andorrana está abierta de forma ilimitada.

 

Próximamente la FAE hará saber a la FIS el interés de Andorra para acoger, cuando sea, pruebas de la Copa del Mundo de esquí alpino en las dos categorías o las mismas finales. El ofrecimiento será "sin fecha", afirma Albert Coma, presidente de la federación, enfatizando el interés que hay en ser "candidatos a partir de ahora para cualquier evento de este campeonato". Los calendarios hasta 2018 están cerrados, pero se podría producir algún resquicio que permitiera la entrada. Si no, a partir del 2019. "No hay que perder los ánimos".

 

Tampoco se desanima Conrad Blanch, director general de Grandvalira-Ensisa, que es consciente de que "es difícil siempre que se presenta una candidatura por primera vez que pueda ganar", a pesar de que la andorrana era "muy sólida y la presentación fue muy bien acogida".

Aspen (Estados Unidos) ganó ser sede, con 7 votos, por 5 de Lenzerheide (Suiza) y 4 de Grandvalira. En la elección, pero, "ha habido muchas cosas raras", asegura Coma, como que la estación helvética ganara en la votación de los directores técnicos, que siempre es la que prevalece. Pero en esta ocasión decidió posteriormente el consejo de la FIS.

 

 

En 2004 comenzó el camino de Grandvalira para acoger una prueba de la Copa del Mundo y no fue una realidad hasta 2012. Ahora "estamos dispuestos a seguir esa misma senda" hasta conseguir de nuevo, indica Blanch, conocedor de que "cuesta entrar en los calendarios". Y más para los que se acaban de sumar al calendario o los que todavía no han debutado. Este circo "es un club vip cerrado que no abren para todos", asegura Coma, y ​​"si dicen sí a uno también lo tienen que decir los demás", pensando sobre todo en los países del este de Europa.

 

Una de las opciones que ve con más posibilidades el presidente del ente es hacer una solicitud para diciembre, "es algo más factible", porque a principio de temporada no hay tantas peticiones. Blanch recoge el guante, pero lo ve "muy justo", no sólo por la nieve que puede haber, sino por la prioridad comercial de la estación.

 

El próximo año se disputarán en Grandvalira los Campeonatos del Mundo y dos copas del mundo de kilómetro lanzado. El objetivo es que los corredores puedan llegar a 200 kilómetros por hora así que se instalará una rampa para poder ganar velocidad. La FIS ya ha dado la autorización. La pista Riberal era alabada por la zona de frenado magnífica. Pero faltaba velocidad. Con la nueva rampa se quiere convertir el trazado en un referente mundial del esquí de velocidad

 

En Barcelona Vallnord hizo llegar a la FIS que por cuestiones presupuestarias no podría acoger la prueba de la Copa del Mundo programada para 2015 de boarder cross. El máximo organismo internacional lamentó la situación y amplió el plazo hasta finales de mes para que puedan encontrar la financiación económico necesario para poder realizar. Este hecho "nos muestra que el trabajo del año pasado fue muy bueno", expone Jean Claude Montané, director de Arcalís.

 

Hay tres opciones sobre la mesa. Albergar una Copa del Mundo, una Copa de Europa, o ninguna, ya que la prioridad de Vallnord es la cita del Freeride World Tour. "El mercado del fuera pista nos interesa en Arcalís." Esta es la apuesta que hacen para la próxima temporada. Renunciar al snowboard, de cara a la FIS, "no penaliza", afirma Coma, apuntando pero que "después de lo que nos han dicho tenemos que intentar salvarla" porque "es una ventana abierta al mundo".

 

Andorra Turisme no puede asumir el gasto de las dos pruebas, así que desde Vallnord "estamos trabajando en el presupuesto", indica Montané, buscando patrocinadores y reduciendo gastos: "Queremos rebajar el presupuesto pero sin perder calidad." La temporada pasada llevar dos carreras de la Copa del Mundo tuvo un coste de 550.000 euros. En 2015, con una carrera, sería de 350.000 euros. En caso de decidirse por traer la Copa de Europa, sería inferior a 100.000 euros.

 

 

Fuente original noticia: BonDia.ad

Autor noticia original: Joan Josep Blasco